Arte creativo e innovador de Mauricio Javier Cálix Valerio

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
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DANLÍ, El Paraíso. LA TRIBUNA, es y ha sido uno de los medios que le ha dado mayor importancia a los emprendedores; ha creado páginas como “Nuestro orgullo”, con el objetivo de valorar a todos aquellos hondureños que con esfuerzo y espíritu creativo han sido capaces de derribar muros y abrirse paso por la vida en los diferentes campos para sobrevivir con dignidad y con decoro. Afortunadamente, en Honduras hoy en día nos encontramos con jóvenes visionarios, cuya visión va más allá de lo que puede ofrecerles el campo laboral.

Cada año egresan miles de jóvenes de los centros públicos y privados con la ilusión de incorporarse a los procesos de desarrollo del país, pero sus sueños se frustran cuando las posibilidades de un empleo se esfuman porque no hay espacios en el sector público porque las plazas están ocupadas por activistas mediocres e indolentes.

En esta ciudad existen dos instituciones educativas con la capacidad de producir profesionales capaces y talentosos. El Instituto Departamental de Oriente, decano de la educación regional y el centro Técnico Vocacional Pedro Nufio, este último, en las áreas técnicas tiene un alto perfil académico en la formación de sus estudiantes.

Entre esos valores, se destaca al joven profesional del área de la madera e Ingeniería Civil, Mauricio Javier Cálix Valerio (31), hizo los estudios de primaria en la Escuela Gabriela Mistral, la secundaria en el Centro Vocacional Pedro Nufio. El 2007, se graduó de Br. en la industria de la madera, carrera que lo motivo por instinto, porque según lo expresa, a su bisabuelo y abuelo, siempre les gusto trabajar la madera, eran los mejores ebanistas de su época, “es algo que se lleva en la sangre, comenta.

Los más difícil para un joven al graduarse es poder abrirse espacios en el campo laboral, “ en mi caso, surgió la pregunta, qué hacer ahora; tenía las bases, en el colegio aprendí mucho pero una vez graduado, lo mismo de siempre, la única forma era montar mi propia empresa, pero el medio para los industriales de la madera es limitado, no todo mundo compra un mueble aunque tenga un bonito acabado, hacer tres o cuatro trabajos al mes no es rentable para nadie, los pocos artesanos en la industria del mueble no viven de este trabajo, sin embargo, en el técnico aprendí las bases para lo que habría de venir en el futuro y así seleccionar una carrera universitaria.

Con una mente emprendedora, Mauricio decide ingresar a la Universidad Nacional para estudiar ingeniería civil, recién concluyó sus estudios, el panorama era más amplio, pero siempre limitado al mercado laboral, “pensé, ahora tengo que abrirme paso para crear mi propia fuente de trabajo, una empresa de la que pueda depender, realizando un trabajo personalizado, creando y produciendo conforme a mi criterio y el de las personas que soliciten de mis servicios.

Soy de ideas sentimentales para crear en la gente los detalles que desean compartir. Cuando existe la creatividad las manos se vuelven agiles, pero si no existe una mente creativa cualquier proceso se detiene. Con la base en la industria de la madera y después la universidad tuve un panorama más amplio porque con la tecnología a mi disposición podía hacer mis propios diseños, al mismo tiempo, ayudar al cliente con la idea que traía en mente al solicitar su trabajo, en la mayoría de los casos, son detalles para familiares y amigos.

Con el tiempo adquirió su propia maquina láser, “con este sistema el trabajo artesanal se reduce a los detalles, por ejemplo, los colores que no pueden ser calcados, los hago con el pincel, los demás, trabajos en cuero, telas, metales y otros, a través del corte y grabado. En la computadora hago los diseños. Con la idea original del cliente elaboro el bosquejo o boceto y la diferenciación de colores. De lo artesanal pase a lo industrial, las dos en el mismo proceso, pero sin dejar de lado la creatividad.

La pequeña empresa lleva por nombre Artex-Danlí. Trabajos en miniatura, como aretes, llaveros, grabados de 1.30×9.6cm y rótulos en lámina de fibra de 4×8. Recién obtuvo el premio “Iniciativa”, otorgado por la Casa de la Juventud. En el área de la ingeniaría desarrolla proyectos y asesoría a empresas.

Mi principal fortaleza, en primer lugar, mi madre Lilian Valerio, lo que me impulsa hacia adelante y segundo, la creatividad ligada a la innovación. Por esta iniciativa, talento y capacidad Mauricio Javier Cálix Valerio es orgullo nuestro.