Nueva obra en circulación a cargo de René Peñalva

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1 de junio de 2020
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12:20 am
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Nueva obra en circulación a cargo de René Peñalva

Muy acorde a los tiempos que vivimos en que la fe la humanidad se ha puesto a prueba, el pastor René Peñalva ha escrito el libro Pandemia, Iglesia y Nuevo Órden Mundial.

En el prólogo del libro se destaca que con la llegada del Coronavirus o COVID-19, la humanidad entró en una nueva era. Se utiliza el término ‘era’, porque es el vocablo justo para usar en este caso. Una era es un periodo de tiempo que se cuenta a partir de un hecho destacado. En este caso, el hecho destacado es la pandemia del Coronavirus, enfermedad que no respetó diferencia de clases, razas ni credos, y puso de rodillas a las naciones más ricas y poderosas del planeta. Pero también una nueva era tiene que ver con un período histórico caracterizado por una gran innovación y cambios en las formas de vida, comportamiento social, y cultura. Estos cambios, precisamente, vinieron a darse con el Coronavirus; pandemia con tal poder que está modificando las costumbres y las normas de vida en el planeta. Solamente el uso de mascarillas y la imperiosa necesidad de usar geles desinfectantes y lavarse las manos con jabón constantemente, han pasado a ser algo cada vez más natural y normal como conducta general. Esto, a razón del paso de las muchas semanas y meses que ha durado la fase del contagio. Seguramente esa mascarilla, de aquí en adelante, será parte del atuendo cotidiano en los países del mundo. Eso ya está pasando en países como Japón y China, y otros más. ¿Afecta esta pandemia a la Iglesia? Por supuesto que sí. Al afectar a la humanidad, tiene que afectar también a la Iglesia. No darse cuenta de ello, sería un claro signo e indicador de torpeza eclesiástica y de una iglesia tan vergonzosamente inmersa en sus tradiciones y formas y liturgias, que no tiene capacidad de ver los alcances de lo que estamos viviendo. Esa iglesia, que está solo a la espera de volver a la normalidad y a la reapertura de sus templos, quedará a final del proceso dando ‘manotadas de ahogado’, cuando debiera, más bien, estar preparada para hacer los debidos ajustes para un nuevo mundo que surge a partir de la pandemia; y, sobre todo, para saber cómo ejercer su ministerio en la sociedad pos-pandemia, lo que, a final de cuentas, será lo crucial y lo definitivo de aquí en adelante. Por ser el COVID-19 con sus devastadores efectos, algo nuevo por su propagación global, nos halló a todos desprevenidos. En cuanto a eso, no se puede culpar a nadie; ni PANDEMIA,

Nueva obra en circulación a cargo de René Peñalva

IGLESIA Y NUEVO ORDEN MUNDIAL – René Peñalba 8 a gobiernos, ni a empresas, ni a la sociedad en general, lo cual incluye a la Iglesia. Pero, cómo se afronte, se maneje y gestione, si será para juicio de gobiernos e instituciones, incluyendo a la Iglesia. ¿Cuál es la fase final de esta pandemia? El establecimiento de nuevas normas y formas de convivencia. Y esto, no por vía del consenso democrático, sino como decisión del pequeño círculo de las naciones más poderosas, las que impondrán esas nuevas medidas de convivencia sobre el resto de la comunidad global. Miremos, a manera de ejemplo, cómo un aislamiento llamado ‘distanciamiento social’, parcial en algunos países, pero absoluto en la mayoría de ellos, se introdujo de manera vertical, acatado por las sociedades del mundo, sin mayor cuestionamiento ni protesta. No digo que tal decisión se constituya un error, sino, que es asombroso ver cómo, decisiones que en otro tiempo y bajo circunstancias normales tomaría muchísimo tiempo poder consensuar e implementar, con la emergencia del Coronavirus, se tomaron de golpe y de una vez en cortísimo tiempo. ¿Y todo esto, de qué es indicador? De las bases que han quedado asentadas para la llegada y establecimiento de un Nuevo Orden Mundial. ¿Qué es el Nuevo Orden Mundial? Es una infraestructura y andamiaje de nuevas valoraciones, criterios y modalidades para controlar el comportamiento humano global. Los efectos posteriores al contagio y la necesidad de controlar quiénes tengan la vacuna —cuando se implemente— y quiénes ya estuvieron contagiados, será el primer tornillo a apretar en las naciones del mundo. La cuña que ponga presión será, la también imprescindible ayuda financiera a los países, la cual será ‘moneda de cambio’ y factor condicionante, para que los países se alineen con las nuevas reglas que involucran: fuertes medidas de control sanitario y migratorio en aeropuertos y fronteras, el control individual en términos de información personal (¿dónde vas?, ¿qué productos compras y consumes?, ¿cuáles son tus deudas?, ¿qué religión profesas?, etc., etc.). Entonces, preparémonos como individuos y como iglesia al nuevo mundo que emerge en la era Pos-COVID-19. Será un mundo más restrictivo, con más y nuevas normas y procedimientos… contexto en el que en algún tiempo más adelante, surja esa figura llamada ‘Anticristo’. PANDEMIA, IGLESIA Y NUEVO ORDEN MUNDIAL – René Peñalba 9 Con estas reflexiones, doy la bienvenida a la lectura de este libro, “Pandemia, Iglesia y Nuevo Orden Mundial”.

Dios y las calamidades

¿Dónde está Dios en la pandemia? Exactamente, ¿dónde podemos ubicar a Dios —su voluntad, sus designios— en esta pandemia COVID-19? Lo primero que encuentro en mis reflexiones es que, en general, la gente tiene cuatro formas de respuesta frente a una calamidad o una tragedia, sea personal, familiar o una gran emergencia planetaria como la que estamos viviendo; la gente, por lo general, se da cuatro respuestas. Veamos: Hay quienes dicen —y esta primera respuesta por lo general viene de un ámbito intelectual—: “Dios creó al mundo, pero Dios no interviene en los acontecimientos de la historia humana.” La idea de fondo es que todo lo que sucede a la humanidad nos concierne y es pertinente más bien a nosotros los seres humanos, y no a Dios. Otros se dan una respuesta diferente, y dicen: “Es la naturaleza, que se está vengando del ser humano.” De fondo, se argumenta así, debido a la destrucción ecológica que el ser humano ha hecho, la explotación irracional de recursos a costa de mucha destrucción ecológica, etc., etc. Por ello, según este razonamiento, la naturaleza, por fin, nos está pasando factura y se está vengando del género humano por el abuso y maltrato con los que la hizo víctima. En consecuencia, según este argumento, la mala administración que hemos hecho del planeta y sus recursos, hace que ahora el planeta esté castigando al ser humano. Otros —de círculos espirituales conservadores— dan su respuesta: “Satanás es el culpable de las calamidades.” Esta opinión se basa en la presunción que, lo que está ocurriendo es un gran ataque de Satanás al género humano, a la Iglesia, y a todo lo bueno que hay en este mundo. Y una cuarta respuesta es: “Dios está castigando a la humanidad por sus pecados.”

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