Humor en cuarentena

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3 de junio de 2020
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12:29 am
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Humor en cuarentena

Déjame que te cuente…

(1/2)

José María Leiva Leiva

Entre risas y temor, los chistes y memes sobre el COVID-19 y la cuarentena se han propagado también a la velocidad del rayo, de tal suerte que estos han alcanzado una gran relevancia, hasta llegar a convertirse en trending topic en varias plataformas, con lo cual, la cultura del sticker y el gif también están presentes en esta aciaga época de pandemia, recogimiento y distanciamiento social. De acuerdo con el sitio https://www.mujerhoy.com/ “Perderle el miedo a la enfermedad, relativizar la ansiedad social y bajar tu nivel de estrés, son beneficios que se esconden detrás de nuestra necesidad de hacer memes, chistes y bromas sobre cualquier emergencia mundial desde huracanes a alertas sanitarias mundiales”.

Para la psicóloga Begoña Carbelo Baquero, profesora del Centro San Rafael-Nebrija Ciencias de la Salud en Madrid, “el humor no nos va a proteger de una infección, pero nos ayuda a frivolizar y digerir los hechos que percibimos como peligrosos y sobre los que poco o nada podemos hacer”. Se basa -dice el filósofo John Morreall-, en la “desconexión emocional”, un mecanismo psicológico que nos ayuda a tomar distancia para reírnos y que nos ayuda a ver las cosas con una perspectiva diferente y enriquecedora… menos dramática y más lúdica”.

Por su parte, la psicoanalista Fiorella Litvinoff agrega que “existen puntos sensibles que no se prestan a la comicidad y es en ese punto donde hay que poner un límite, ya que no todo causa gracia. Respecto del coronavirus, se suele bromear sobre las exageraciones acerca de las medidas de cuidado que algunos pueden tomar o sobre la situación de cuarentena, pero todavía, hasta el momento, no se observan chistes referidos a la muerte por esta pandemia”.

Litvinoff concluye, en que si este virus nos preocupa, lo mejor que podemos hacer es “lavarnos las manos siempre; toser y estornudar en el hueco poplíteo (la zona delantera del codo); seguir los consejos de salud del doctor Google (evidentemente, solo si partes de fuentes confiables); ignorar los bulos de whatsapp… y reírte del coronavirus todo lo que puedas, pero con respeto…”. Desde luego, entre estos chistes o “memes” que se comparten en los grupos de whatsapp, los hay desde lo más común y corriente, hasta diversas “joyas” de ingenio y creatividad.

Buena parte de su conjunto se agrupan en el sobrepeso que se alcanza por las comilonas desenfrenadas al ritmo de la ansiedad, tales son los siguientes ejemplos: “Por motivos del coronavirus, mi “cuerpazo de verano” queda aplazado hasta el 2021”. “Como siga comiendo así, mi grupo sanguíneo será A-Peritivo”. “Engordo porque como, como porque me aburro, me aburro porque no salgo por la cuarentena, la cuarentena es por el coronavirus… de ahí viene la expresión lo que no mata engorda”. “Prohibido decir qué gordo que estarás cuando termine la cuarentena”.

“No sé qué me da más miedo, si tomarme la temperatura o pesarme”. “Acaban de extender la cuarentena hasta cuatro kilos más”. “En mi casa todos los caminos conducen a la refrigeradora… y esta me ve y se abre sola”. “Este virus es terrible, me está achicando toda mi ropa”. “Cuando todo esto pase, el cuerpo humano va a estar compuesto de un 70 por ciento de grasa y un 30 por ciento de alcohol en gel”. “Primero fue difícil aceptar #QuédateEnTuCasa. Ahora viene algo más difícil: #QuédateEnTuTalla”. Sin duda, de seguir así, no somos pocos los que vamos para chile… relleno.

Y hasta el mejor amigo del hombre, encontró su sitio en este repertorio, véase si no: “Se vende perro de febrero 2020 con 30,000 Km”. “El perro me mira como diciendo: viste que estando encerrado te dan ganas de romper todo”. La otra carga emotiva se le dispensa al encierro prolongado. Juzgue usted: “Quién nos iba a decir que en el Gran Hermano 2020, íbamos a participar todos los habitantes de la Tierra”. “Todavía no sé dónde celebrar mi cumple, si en el salón o en la cocina”. “Fin de semana de crucero: Cruzo pa’ la cocina. Cruzo pa’ la sala. Cruzo pal’ cuarto. Y así…”.

“Estoy tanto tiempo en mi casa y sin trabajar que tengo miedo de volverme político”. “Antes no me dejaba salir mi ex y ahora no me deja salir el gobierno, ni para soltero sirvo”. “Después de esta cuarentena me pueden invitar a las reuniones de Avón que yo voy, se los aseguro”. “Según los libros de historia, en la Edad Media el final de la peste se festejaba con una orgía, ¿alguien sabe si hay algo previsto?”. “Hay que tratar de mantener el equilibrio emocional en la cuarentena, les comenté ayer a la esponja y al jabón”. “Después de Susana Distancia, van a venir: Inés Tabilidad, Lalo Cura y Cindy Nero”.

“Me dan ganas de meterme a la lavadora de ropa para dar una vuelta”. “¿Me pregunto si será muy pronto para poner el árbol y el nacimiento?”. “Yo me pregunto: ¿qué hago con la agenda 2020 que me compré?”. “Ahora estamos todos con el “resistiré” del dúo dinámico; pronto empezaremos con “Y, ya no puedo más”, de Camilo Sexto, para terminar con el “Se acabó” de María Jiménez”. Y, una última: “Qué ilusión me ha hecho salir a tirar la basura, no sabía qué ponerme”. Confieso que en mi caso, la situación se torna más complicada: paciente oncológico, bajo sistema inmunológico por la quimio, un solo riñón (por nefrectomía radical del riñón derecho) y, encima hipertenso. Jodido pues… pero tratando de mantenerme aun de pie.

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