Reapertura inicia con expectativas económicas, temores sanitarios y protocolos de bioseguridad

MA
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9 de junio de 2020
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03:20 am
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Reapertura inicia con expectativas económicas,  temores sanitarios y protocolos de bioseguridad

Un programa piloto de medidas de seguridad en centros comerciales comenzó ayer.

La reapertura gradual de la economía hondureña, tras casi tres meses de confinamiento por el coronavirus, comenzó ayer en medio del temor de la población, las advertencias de los expertos y las expectativas de recuperación económica de pequeños y grandes negocios, bajo medidas de bioseguridad.

Aunque la circulación de personas sigue controlada desde las 7:00 a las 5:00 de la tarde, el ambiente en las calles capitalinas se diferenciaba a otros días de la cuarentena con mayor número de vehículos circulando y restaurantes y establecimientos comerciales, incluyendo los llamados “mall”, vendiendo para llevar.

En un recorrido por las principales calles y avenidas de la ciudad, LA TRIBUNA constató la aplicación en estos locales de los protocolos de bioseguridad, como requisito de apertura, entre ellos toma de temperatura, el uso de gel, distanciamiento de dos metros y alfombras para desinfectar los zapatos de sus clientes.

Del mismo modo, empleados, compradores, conductores de vehículos y peatones portaban, en su mayoría, mascarillas. Una minoría caminaba por las calles con toda normalidad, escéptica del coronavirus, en unos casos, o sin empleo ni dinero para comprar los tapabocas sin importarles que les impongan una multa, según una ley aprobada por el Congreso en medio de la pandemia.

En los mercados capitalinos el comportamiento de la gente sigue siendo el mismo al del inicio de la cuarentena: Compradores y vendedores aglomerados, sin protección, rebeldes a cualquier consejo sanitario. Un sálvese quien pueda. “El hambre es más importante, hermano”, gritó un vendedor cuando pasaron unos agentes municipales invitándolos a protegerse.

Los empresarios calcularon que ayer salieron casi 300 mil personas más desde el primer toque de queda y se abrió un 20 por ciento de los negocios. Pero como la gente aún no sale en su totalidad muchos de estos locales pasaron vacíos, constató LA TRIBUNA.

Los “lustrabotas” reiniciaron su trabajo en el parque central.

DESCONFINAMIENTO GRADUAL

Hasta el domingo, solo estaban abierto los bancos, farmacias, ferreterías, y ciertos negocios de comidas para llevar o entregas a domicilios. Desde ayer, estas empresas irán incorporando gradualmente a sus empleados, según los rubros y las zonas de incidencias de casos del virus, hasta llegar a una apertura general en 60 días a nivel nacional.

Lo rubros artesanales, como zapaterías, carpinterías y afines, seguirán en la lista de apertura, según el cronograma del Sinager (encargado de evaluar la pandemia), aunque la habilitación de la circulación de personas y el transporte público sigue siendo el cuello de botella.

Tegucigalpa está en la zona de alerta roja por ser la ciudad con más casos de coronavirus después de San Pedro Sula, epicentro de la pandemia, y donde las medidas seguirán restrictivas hasta finales de agosto. El resto del país abrió entre 40 y 60 por ciento su actividad económica y antes que termine este mes podría estar operando cien por ciento.

Sigue prohibido a nivel nacional, no obstante, la circulación general de personas (solo circulan un dígito del 1 al 9, según la tarjeta de identidad, por día), la permanencia de clientes en los restaurantes, el transporte público de taxis y buses, el sistema educativo presencial y las aglomeraciones en cines, ferias, estadios de fútbol e iglesias.

A FAVOR Y EN CONTRA

Guardando los protocolos de seguridad, los “malls” de la capital abrieron, después de casi tres meses cerrados.

Con más de seis mil contagios y casi 300 fallecidos a causa del coronavirus, el desconfinamiento es promovido por la empresa privada y el gobierno, en contra de los que que abogan por un mes más de cuarentena. A falta de suficientes “test” entre la población, dicen, es difícil predecir en este momento, a ciencia cierta, el pico de la pandemia y menos cómo aplanar la mentada curva.

“Ni la reapertura es inteligente, ni usted sea bruto. No salga. Yo no lo conozco, no es mi familia, pero no salga”, escribió en sus redes sociales el internista del Hospital Militar, Hugo Fiallos, un abanderado de la cuarentena extrema durante la emergencia.

Al respecto, la expresidenta del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juliette Castillo de Handal, consideró que el gobierno y sus colegas gremiales debieron sopesar la medida ante la magnitud del contagio. A esto se suma, agregó, que muchos medianos y pequeños negocios no pueden garantizar los protocolos de bioseguridad a sus empleados y clientes porque están en la quiebra.

Por su parte, los actuales mandos del Cohep consideran que una prolongación de la cuarentena significa la quiebra para los negocios por consiguiente miles desempleos. “Tenemos que estar consciente de la nueva normalidad y hay que seguir las instrucciones del gobierno”, alentó el presidente de ese gremio, Juan Carlos Sikafy.

El empresario estima una pérdida de 500 mil empleos en lo que va la pandemia. “Se ha procurado mantener los puestos de trabajo pero la muerte lenta de las empresas es una realidad. El país no aguanta más”, sentenció.

INICIAN LAS MISAS Y EVANGÉLICOS PIDEN CULTOS EN FIN DE SEMANA

Las iglesias tambien iniciaron su programa piloto.

A tono con la decisión del Presidente Juan Orlando Hernández de iniciar el desconfinamiento gradual, la Primera Dama, Ana García, acudió a la primera misa matutina en la Ermita de Suyapa, al oriente de la ciudad, con feligreses escogidos y guardando los protocolos de bioseguridad, durante toda la liturgia.

Otros líderes de la Confraternidad Evangélica Hondureña, pidieron públicamente permitir los cultos. “Nuestras comunidades están preparadas para apoyar esta nueva normalidad”, precisó el pastor Omar Cerrito, coordinador de unas 50 iglesias en la capital. De todos modos, las actividades públicas para católicos y evangélicos siguen prohibidas hasta segunda orden, según el último decreto del gobierno.

El aparato estatal también comenzó su regreso al trabajo, pero en ciertas instituciones vinculadas al servicio público y con un porcentaje de personal, que irá aumentando en las próximas semanas.

En resumen, la reapertura llegará a su techo cuando se elimine la restricción de circulación de personas y se habilite el transporte público. Entonces, según algunos críticos del gobierno, será difícil contener la pandemia en virtud de las limitaciones gubernamentales y el inminente colapso del sistema sanitario del país.

COMITÉ DE VIGILANCIA

La Secretaría de Defensa es una de las instituciones del gobierno que comenzó a laborar con el 20 por ciento de su personal, como otras.

No obstante, el gobierno ha integrado un comité de vigilancia de expertos del sector para asegurar la aplicación de las medidas de bioseguridad tanto en el sector público como privado que en resumidas cuentas determinará si el país vuelve a la cuarentena como el primer día conforme avance la reapertura. “Garantizamos al pueblo hondureño que habrá una veeduría y una evaluación técnica a nivel nacional de la evolución de la pandemia”, precisó el científico Marco Tulio Medina, representante por la UNAH. Lastimosamente, agregó, nuestro país está entre la espada y la pared: el ascenso del COVID-19 y la seguridad alimentaria de la población, además de otras enfermedades mortales como el dengue.

A casi 70 días de confinamiento, la gente volvió a las calles en la primera fase de reinicio de operaciones económicas, y con ellos comenzaron los embotellamientos en las zonas donde típicamente se registra transporte pesado. Además, los retenes de los policias, pidiendo la identidad o el pasaporte a los transeúntes relentiza la circulación en puntos cruciales.

El “apagón” económico, las empresas “a medio vapor”, los burócratas volviendo a su actividad oficial y el comercio “full” en el sector informarl, sumado a la precaución en bancos y centros comerciales marcaron el primer día del inicio de una nueva etapa de la nueva realidad con COVID-19. (EG)


Así continuará la reapertura económica

Fase 0:

De la semana del 1 al 7 de junio. Todas las empresas comenzaron la aplicación de los protocolos de bioseguridad y trámites de salvoconductos para sus empleados.

Fase 1:

Del 8 al 14 de junio: Reapertura de las empresas a nivel nacional con el 20 por ciento del personal. Aplica también para el gobierno. Siguen excluidos, hasta nuevo aviso, transporte público, cines, estadios, cultos religiosos y sistema educativo.

Fase 2:

Del 15 de junio hasta agosto: La reapertura será gradual cada 15 días. Cada rubro seguirá incorporando el 40, 60 y hasta el cien por ciento de sus empleados, según la zona de incidencia de casos de coronavirus. San Pedro Sula y Tegucigalpa serán las últimas en desconfinarse. En estos dos meses, habilitará la circulación de personas y el transporte público.

Fuente: Sinager


 

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