De a poco revive el comercio en zona del bulevar del norte
De a poco revive el comercio en zona del bulevar del norte. El comercio en el bulevar del norte, en Comayagüela, se ha reactivado de a poco, como se observaba ayer, con los portones de las tiendas abiertos, mercaderes por doquier y numerosos compradores. Sin embargo, ¿se trata de una reactivación “inteligente”?
Al hacer un recorrido por la zona, LA TRIBUNA pudo constatar que la mayoría de vendedores ambulantes, dependientas de tiendas y encargados de negocios llevaban puestas sus mascarillas.
Además, en la entrada de la mayor parte de establecimientos había personas con atomizadores, para desinfectar los zapatos y ropa de sus clientes.
VENTAS HAN MEJORADO
En un puesto de venta de mochilas, chancletas, entre otros artículos, ubicado cerca del mercado zonal Belén, el comerciante Wilmer Ramos, con su respectiva mascarilla en el rostro, atendía a varias mujeres que le preguntaban el precio de unas carteras.
¿Cómo van las ventas?, se le consultó a Ramos, quien comentó que “al principio las ventas estaban mal por el movimiento de personas, pero ya han empezado a movilizarse y se han mejorado más o menos las ventas, no tanto porque a la gente le cuesta venir hasta los mercados porque no hay transporte”.
Si bien, en el sector no circulaban autobuses, lo cierto es que sí se observó muchos taxis, algunos con pasajeros y otros cuyos conductores hacían fletes para transportar artículos que los clientes compran en las casas comerciales de electrodomésticos.
ABREN ESTABLECIMIENTOS
La zona comercial, sin lugar a dudas, es una de las que más genera empleos en la capital, porque aparte del mercado, se ubican negocios de comidas rápidas, polleras, tiendas de zapatos, ropa de segunda, llanteras, entre otros comercios que ayer estaban abiertos.
El encargado de una tienda de repuestos comentó que “no permitimos el ingreso de clientes sin mascarilla y además se les aplica desinfectante en la ropa y en los zapatos, antes de ser atendidos”.
Por su parte, los vendedores de paletas caminaban ayer a lo largo del bulevar, portando su mascarilla e igual medida de protección tomaron las mujeres vendedoras de golosinas y tortillas.
“Ya no podíamos estar sin trabajar, uno vive de lo que vende en el día”, manifestó un vendedor de conos.
Trabajar les ha devuelto la esperanza y las ganas de vivir a miles de “catrachos”, que al igual que quienes laboran en los comercios del bulevar del norte de Comayagüela, no solo se ganan el pan de cada día con el sudor de su frente, sino que dan un valioso ejemplo a las nuevas generaciones.
¿Continuarán con las medidas de bioseguridad en esta zona comercial? De los comerciantes y consumidores depende el aplicar las medidas preventivas contra el COVID-19 todos los días. (CF)
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