Premio Nobel de Química y el confinamiento por COVID-19

ZV
/
27 de junio de 2020
/
12:02 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Premio Nobel de Química y el confinamiento por COVID-19

Premio Nobel de Química y el confinamiento por COVID-19, Por: José Rolando Sarmiento Rosales

Siendo las medidas contra el coronavirus tan discutibles y hasta controversiales, hemos encontrado en BBC Mundo, las opiniones del Premio Nobel de Química 2013, Michael Levitt, sobre las medidas de confinamiento, sus beneficios para detener su propagación y el daño causado, que según él será mucho mayor que cualquier daño del COVID-19 que se haya evitado. Ha sido una de las voces de la comunidad científica que se ha pronunciado con mayor contundencia contra el aislamiento estricto que algunos países implementaron por el coronavirus.

“Los líderes pareciera que entraron en pánico, incluso más que la población”. “Estoy seguro de que el confinamiento pudo haber salvado vidas en el corto plazo, pero el daño económico costará vidas”, indica. “El confinamiento estricto es el que es peligroso”. “Yo podría decir que un niño que es golpeado por su padre que está enojado por perder su trabajo es una pérdida terrible, es algo que puede afectar a una persona de por vida. Y eso quizás es una pérdida mayor que la muerte de alguien de 85 años”.

El profesor de biología estructural de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, insiste en que no quiere ser irrespetuoso con las personas que han muerto por el coronavirus, lo cual es una “tragedia”, pero plantea cuán importante hubiese sido discutir y balancear más las medidas tomadas. Cuando empezó a surgir información sobre el SARS-Cov-2, el doctor en biofísica decidió analizar el desarrollo de su predecesor: el SARS-Cov, que emergió en 2003 en China. “Lo importante era empezar a entender cuán peligroso es (el nuevo coronavirus)”, señala, evocando el mes de enero.

Se dio cuenta de que, aunque el nuevo coronavirus avanzaba mucho más rápido que su antecesor, la tasa de letalidad parecía ser menor que la del SARS-Cov. “En mi corazón soy una persona muy global, creo que todo el planeta es un solo lugar. Por eso no estoy estudiando únicamente Reino Unido, Estados Unidos o Israel (Levitt posee esas tres nacionalidades), estoy estudiando lo que sucede en todas partes”. Y es que, indica, es mucho lo que se puede aprender al comparar lo que pasa en diferentes países. Por eso, su manejo de las estadísticas sobre el coronavirus es impresionante.

“Todos los días, estoy viendo lugares como Chile, Perú, Brasil. Quizás dos veces al día. Sólo para ver (si hay) una señal de que (el avance del virus) se está desacelerando”. De acuerdo con el doctor, en toda Europa, la cantidad de muertes por COVID-19 es similar a la que se produce en una temporada muy fuerte de gripe. “Obviamente, no hay muerte que sea buena, cada muerte es una tragedia terrible para la familia, pero 400 muertes por millón de personas es muy típico de lo que una mala temporada de gripe provoca”, señala.

“La gente que está muriendo de COVID y de influenza son las mismas personas que morirían normalmente. En el caso del COVID-19, cerca de la mitad de las muertes son de personas mayores de 85 años, menos del 10% de las muertes son menores de 65 años”. “Básicamente yo diría que todos sabemos que las personas mayores tendrán una probabilidad más alta de morir”. “No sabemos cuánto daño ha causado el confinamiento a la economía mundial o a la sociedad. Sé que muchos países que están saliendo del confinamiento han visto un aumento grande en la tasa de suicidios y de violencia doméstica, quizás hay un incremento en los divorcios”, reflexiona.

“Ha habido mucho estrés. Los niños han sufrido mucho, es un trauma. No sabemos (los daños causados por el confinamiento) y, dado que conocemos aproximadamente cuántas vidas se han salvado, una cantidad pequeña, se ve con mucha claridad que el daño final del confinamiento sería más grande”. Levitt plantea que hay gente que está diciendo, por ejemplo, que debido al confinamiento los pacientes que necesitan tratamiento para el cáncer no lo han recibido o que personas que necesitan ver al doctor por sus problemas de corazón no han ido a los médicos.

Para el físico existen otras alternativas eficaces diferentes al aislamiento drástico: el distanciamiento social, la higiene, lavarse las manos contantemente, usar mascarillas. “El confinamiento estricto es: cerrar las escuelas, frenar los trabajos, parar las tiendas, cerrar todo. El confinamiento estricto es el que es peligroso. En Honduras ha sido conveniente el aislamiento social, seguido del lavado de manos y la mascarilla, manteniendo normales actividades de producción y logística de alimentos, medicamentos y operaciones bancarias.

Noticias Relacionadas: OMS alerta de aumento de casos de coronavirus en Europa tras desconfinamiento progresivo

 

Premio Nobel de Química y el confinamiento por COVID-19
 

Más de Columnistas
Lo Más Visto