El desafortunado año 2009

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28 de junio de 2020
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12:03 am
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El desafortunado año 2009

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El desafortunado año 2009. Por: David Salomón Amador

El año 2009, podría decirse que ha sido el año que marcará por siempre el devenir de Honduras como país, al haberse efectuado una ruptura del orden democrático y a partir de allí, ha venido experimentando procesos que nos han situado en ser el segundo país más pobre de Latinoamérica. Sigo creyendo que tenemos una localización privilegiada, sigo creyendo que tenemos montañas, playas, vegetación, que nos pudieran permitir ser un país con un mayor desarrollo, sigo creyendo que somos muchos los que deseamos lo mejor para Honduras, y que no somos políticos, y que no esperamos más que buscar la manera de contribuir al desarrollo del país, con nuestro trabajo, hoy en medio del desarrollo de la pandemia, que llevamos ya cerca de 100 días en constantes tiempos de cuarentena, vemos cómo está llegando el momento donde nuestro sistema de salud, sea público o privado, está por colapsar, lo cual ocasionará que muchas personas tendrán que simplemente permanecer en sus casas porque no habrá cama para atenderlos, y otros desafortunadamente, partirán de esta tierra que los vio nacer.

Vemos cómo nuestro vecino país El Salvador, inaugura un moderno hospital para atender, según proyecciones de ellos, 1,000 personas con covid-19, y creo que todos al ver las fotos y videos, pensamos: por qué no pudimos hacer algo así en nuestro país, qué diferencia hay entre ellos y nosotros, vivimos en la misma zona geográfica, tenemos muchas costumbres parecidas, hablamos el mismo lenguaje, y hasta hemos tenido casi guerra; mi conclusión fue que quizás hayan personas que han destinado su tiempo para tratar de hacer bien su trabajo, que buscan la manera de gerenciar de forma efectiva los recursos que la población les confió, creo que tuvimos tiempo necesario para poder haber realizado decisiones más acertadas en relación al desarrollo de la pandemia, el haber logrado de alguna manera realizar la mayor cantidad de pruebas para poder conocer los centros epidemiológicos y así poder capturar el virus, o por lo menos es lo que sugieren los entendidos en temas de salud pública a nivel internacional, pues si bien ningún país estaba preparado, aun los más desarrollados, creo que pudimos haber buscado mejores alternativas.

La reapertura inteligente, no fue tal y no lo será, no porque no se quiera o se pueda hacer, es porque no tenemos certeza de quién hoy porta el virus, hoy por hoy todos somos sospechosos y allí es donde radica el porqué del crecimiento exponencial de los casos, sumado a la falta de disciplina y conciencia de muchos, que aun hoy andan sin mascarillas, siempre existirá la justificación que no hay dinero, pero en ocasiones preferimos una coca cola dos litros a comprar una mascarilla, que hoy tiene la mitad del precio de la gaseosa.

Y hoy, 24 de junio, vemos cómo surgen noticias acerca de la compra de unos hospitales móviles, que a ciencia cierta no se sabe si se compraron o no, se esperan lleguen en julio, ojalá lleguen, porque con el costo de los mismos, quizás hubiéramos hecho el mismo hospital de El Salvador, y por otro lado, vemos cómo el partido de gobierno y la oposición, tienen una lucha encarnizada acerca del Código Penal, unos están a favor y otros en contra, jamás habrá consenso, vivimos en la era donde ser hondureño ya no vale, simplemente el que sostiene el poder impone leyes, criterios y son dueños de la verdad.

En medio de todo este proceso, las redes sociales se han convertido en el flujo de información, que no necesariamente es verdad, vemos cómo de un lado a otro se inventan noticias y cómo las mismas crean una serie de opiniones que denotan odio entre los mismos compatriotas, hasta el punto de amenazar la integridad física, a eso hemos llegado, donde nos nubló el obcecamiento político y donde la tolerancia ya no existe, que unos son comunistas que los otros son saqueadores del erario público, pasó el huracán Mitch, que fue la mayor catástrofe que el país había tenido y el distanciamiento entre los hondureños no era como el que vemos hoy, repito hay un odio entre los mismos compatriotas, el desafortunado año 2009, en vez de hacernos más solidarios, como cuando se salía con camisetas blancas, hoy lo que existe es un odio imparable, solo nuestro Dios podrá hacer que volvamos al rumbo de ser tolerantes, a que podamos abrazarnos como hermanos de tierra, pero sobre todo a que nos volvamos a ver como hondureños.

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