“La honestidad es la mejor forma de actuar. Si pierdo mi honor, me pierdo a mí mismo”
Adán Hilario Suazo Molina
Coronel de Aviación ®
La frase con la que encabezo este escrito, corresponde a una cita de (William Shakespeare), nos pareció ajustada al tema obligado que tocamos a continuación.
Al igual que todos los hondureños, observamos, analizamos, opinamos, bendecimos y hasta maldecimos sobre este terrible mal, que tiene de rodillas al mundo entero. A pesar de la lluvia de críticas nerviosas y la influencia de medios y redes sociales adversas, consideramos, que el gobierno enfrentó bien la situación, se tomaron decisiones estratégicas, fundamentales y consecuentes para afrontar la crisis, en el marco de nuestras posibilidades, sabiendo en términos generales, que contamos con un sistema de sanidad precario y que la salud en general de la población, está plagada de enfermedades preexistentes, producto de años del abandono y pésimas decisiones de la mayoría de los gobernantes. Pero gracias a la providencia divina y al esfuerzo heroico de nuestro personal de salud, se ha logrado superar la crisis, hasta ahora, se tiene control relativo de la pandemia.
Pero el tema latente de la adquisición de los tristemente famosos hospitales móviles, ha tomado vigencia, el país está atascado en este asunto y la inercia lograda y el esfuerzo principal contra el C-19 se diluye peligrosamente.
Nos viene a la mente una parábola muy utilizada en conferencias estratégicas; Alicia encuentra al gato de Cheshire en una encrucijada y se produce el siguiente diálogo: “Gato por favor dime qué camino tomar?, a dónde quieres ir, a cualquier parte, si es eso lo que deseas, toma cualquier camino”. (Alicia en el país de las maravillas), lo traigo a colación, para resaltar la necesidad de saber siempre hacia donde vamos, la flexibilidad de los planes, significa ajustarse a las circunstancias y necesidades.
No tratamos de meter mas leña al fuego, pero este asunto debe compulsoriamente ser aclarado. Tal como se ha manejado, lo que vivimos es una guerra contra un enemigo letal, escurridizo, desconocido e impredecible. Hasta ahora, no hemos visto una explicación convincente sobre el caso, esto multiplica el morbo, el pueblo es condicionado y adormecido con propaganda masiva las 24 horas, la situación no cejará, simplemente, habemos casi diez millones esperando el desenlace.
Sin temor alguno señalo, que mi expectativa, es que todo se aclare, el abogado Marco Bográn, es un alto funcionario, con familia, círculo profesional y de amistades y no es justo que se juzgue, sin que se demuestre lo contrario, de ser esto posible.
Con algunas variables manejadas al momento, podemos recapacitar: ¿cómo un funcionario de altos estándares de capacidad, entrega sin garantías una suma de 47.4 millones de USD a una empresa que contactó en la Net?, ¿por qué esta transacción es manejada por tantas manos (bróker) si existió oportunidad de un trato directo?, ¿por qué no se buscó asesoría en el país o en el extranjero, de expertos en el tema?, ¿si había disposición de veedores, por qué no se les hizo partícipes?
Con seguridad el campesino más humilde del país, hubiese resuelto este caso con sencillez… El dinero del pueblo hay que cuidarlo, la situación me exige máxima eficiencia, es mi prestigio que está en juego, no puedo entregar ni un lempira sin documentos de respaldo. Por ahí va la cosa.
Conociendo la situación y el terreno en que se gobierna, los señores estrategas del servicio público, lo menos que deben considerar, es saber que el ambiente es volátil, incierto, ambiguo y complejo, sumado a que tienen permanentemente, una nube de aves de rapiña esperando sus tropiezos y deseando que todo fracase, para lograr su soñada abdicación presidencial, sin obviar a más de algún empresario dolido por no tomar parte del pastel.
¿Qué nos queda?, sin duda esperar el primer embarque desde Turquía, para comprobar qué cosas vienen, en qué condiciones y calidad, recordemos los diez millones de veedores. Mientras tanto, al abogado Bográn, le vendría bien permitirse presentar al señor Axel López y algunos altos ejecutivos de la empresa turca, que se supone fabricó los hospitales, y montar una conferencia de prensa, que aclare el panorama y cierre bocas, pero con hechos, documentos y evidencias.
De no haber vuelos, pueden hacerlo en avión privado, ¡no son dos centavos los que obtuvieron del pueblo catracho!
