BCH llega hoy a sus 70 años de servicio

La institución que dirige la política monetaria, crediticia y cambiaria cumple 70 años de estar al servicio de la nación, como lo indica su lema.

La emisión oficial de billetes y monedas no fuese posible en la actualidad, si aquel uno de julio de 1950, durante el gobierno del doctor Juan Manuel Gálvez, las puertas del Banco Central de Honduras (BCH), no se hubiesen abierto al público en el icónico edificio ubicado en el centro de la capital.

Sin la creación del Banco Central, el nivel general de los precios de los productos de la canasta básica familiar no reportaría estabilidad relativa, debido a que no existiría una entidad encargada de velar por el control de la inflación.

Entre tanto, los agentes cambiarios, tampoco podrían en este momento negociar divisas, en función del tipo de cambio determinado según la oferta y demanda.

Las tasas de interés en el sistema financiero seguramente serían más elevadas, a raíz de la ausencia de las acciones de política monetaria que sirvieran de referencia, para el otorgamiento de créditos y hasta para la devolución de utilidades por ahorros o depósitos.

De igual manera, sin el BCH, el país no habría, ni seguiría contando con suficiente liquidez para financiar a los distintos sectores productivos, ni con una contribución sostenible en la generación de miles de empleos directos e indirectos.

Entre otras funciones, la nación no tendría las suficientes Reservas Internacionales Netas para cubrir un número relevante de meses de importaciones; asimismo, el Estado no contaría con un Banco Central y la población no dispondría de las principales estadísticas macroeconómicas.

Estos importantes resultados se han alcanzado durante siete décadas por el liderazgo, ética, profesionalismo, compromiso y solidaridad; valores institucionales que siempre han caracterizado a las autoridades, funcionarios y empleados de la institución, sin ello, el desempeño satisfactorio de la economía hondureña no fuese posible.

Historia

Si bien es cierto, el BCH inició operaciones el uno de julio de 1950, su creación, mediante Decreto Legislativo 53, fue la culminación de un largo, pero continuo proceso, que comenzó desde 1868 y que significó la consolidación del sistema bancario nacional.

La inauguración del Banco Central significó un avance extraordinario para la situación económica de la época, debido a que solamente existían dos entidades financieras que cubrían parcialmente las necesidades de la población en Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba.

En relación a la moneda nacional, el Poder Legislativo ya había aprobado la circulación del lempira, no obstante, hasta la fundación del BCH, se logró instruirlo como patrón monetario oficial, constituyéndose la institución como un pilar fundamental de la economía hondureña.

Con el tiempo, el Congreso Nacional, mediante Decreto 228-96, aprobó un conjunto de reformas a su ley, con el fin de armonizar su quehacer con las condiciones y exigencias del mercado financiero.

Instalaciones

En 1957 se abre la sucursal en San Pedro Sula, en 1970 en La Ceiba y en 1975, en la ciudad de Choluteca, alcanzado una cobertura en las principales ciudades del país.

Como parte de la modernización de sus instalaciones y después de ocupar por más de 66 años el edificio que vio nacer a la entidad en el Centro de Tegucigalpa, en 2016 se inaugura un nuevo inmueble, que ocupa actualmente las oficinas principales, en el bulevar de las Fuerzas Armadas de la capital de la República.

En ese mismo edificio, el BCH dispone de cuatro centros culturales que reafirman su compromiso de apoyar el arte y la cultura nacional: la Biblioteca “Roberto Ramírez”, la Pinacoteca “Arturo H. Medrano”, el Museo Numismático “Rigoberto Borjas”. Asimismo, en la sucursal de San Pedro Sula se cuenta con el Museo “Daisy Fasquelle Bonilla”.

Con estos espacios, el Banco ha ofrecido históricamente y de forma gratuita, más de 700 obras al público en general; de igual manera, ha aportado a la educación del país, a través de becas de formación a un sinnúmero de jóvenes talentosos.

Modernización

Ante los acelerados cambios tecnológicos, en el tiempo el Banco Central actualiza continuamente sus sistemas, con el objetivo que sus procesos sean ágiles, precisos y oportunos al momento de tomar decisiones; así como mantener el liderazgo en un mundo globalizado, complejo, incierto y competitivo.

Algunos de los proyectos que se han implementado son el Sistema de Liquidación Bruta en Tiempo Real (LBTR), el Sistema Depositaria de Valores, Mercado Interbancario de Divisas (MID), y la Mesa Electrónica de Dinero (MED); así como la constante modernización de las estadísticas macroeconómicas.

Proyección social

Desde su creación, la entidad rectora de la política, monetaria, crediticia y cambiaria no solo se ha preocupado por el desempeño económico y financiero; la proyección social ha sido también una de sus prioridades en sus diferentes administraciones.

El BCH, durante su trayectoria, ha contribuido con importantes programas de beneficencia, entre ellos: el Proyecto Victoria, la Fundación Ruth Paz, Fundación Hondureña para el Niño con Cáncer y la Fundación CRISAQ.

De la misma forma, las autoridades y personal del BCH han desarrollado importantes proyectos en beneficio de la población, entre ellos, la remodelación de la Sala de Lactantes del Hospital Materno Infantil y de la Sala de Cirugía Oncológica de Hombres del Hospital General San Felipe, al igual que la construcción de dos quirófanos en este mismo centro asistencial; para este y los próximos años se tienen identificadas más acciones de este tipo.

COVID-19

Como medidas de política monetaria para mitigar el impacto económico del COVID-19, el Directorio del BCH, aprobó una serie de determinaciones a fin de liberar más de L25,000.0 millones en liquidez al sistema financiero nacional, fomentando de esta forma el acceso al crédito por parte de los principales rubros productivos.

Asimismo, ha reducido en 75 puntos básicos la Tasa de Política Monetaria (TPM), para ubicarla en 4.50%, con el propósito de crear condiciones que le permitan a la banca privada, disminuir los niveles de interés que paga la población.

Para respaldar los financiamientos que se requieren en este momento, el Directorio del Banco Central destinó -en principio- L2,500.0 millones, al Fondo de Garantía para la Reactivación de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) afectadas por la pandemia; apoyo formalizado mediante la firma de un Contrato de Fideicomiso con el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (BANHPROVI).

De igual manera, se aportaron L1,900.0 millones al Fondo de Garantía para la Reactivación de las Empresas de Mayor Tamaño (EMT) que se han perjudicado por la emergencia sanitaria, ambos programas con el fin de avalar, bajo condiciones preferenciales, entre un 40 y 90% de los préstamos para capital de trabajo.

Es oportuno mencionar que meses antes del inicio de la pandemia, el BCH contribuyó con la conformación del Fondo de Garantía del Programa Agrocrédito 8.7%, mismo que tiene como propósito facilitar el financiamiento al sector agroalimentario, mediante una tasa de interés competitiva, un período de gracia de 36 meses y diez años de plazo.

Desafío

Así como el BCH ha demostrado su capacidad y compromiso con el país durante siete décadas y en momentos incluso difíciles como en huracanes, crisis políticas y recesiones económicas a nivel mundial; en el marco de la actual emergencia, la entidad juega un papel fundamental para continuar garantizando el mantenimiento del valor interno y externo de la moneda nacional, el buen funcionamiento del sistema de pagos, la estabilidad del sistema financiero y de precios, lo que coadyuvará al crecimiento económico sostenido en beneficio de toda la población.