Los dos virus

MA
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7 de julio de 2020
/
12:18 am
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Los dos virus

Mario Fumero

Varios medios de comunicación han transformado el fenómeno de la corrupción como un virus peor que el coronavirus. No cabe duda que la corrupción viene trabajando desde hace decenas de años en la sociedad hondureña, y tristemente, lo ha invadido, todo, desde el empleado que se lleva un lápiz de la oficina para su casa, hasta los políticos que hacen fiestas con los fondos públicos. Sin embargo, yo considero que la corrupción es mucho peor que un virus, ya que para los virus se puede crear una vacuna, pero para la corrupción no, ya que es un cáncer con metástasis, que carcome la sociedad, y debe de ser extirpado de raíz.

Pero quiero hablar sobre la terrible corrupción existente en el área de salud, que viene funcionando por décadas y que afecta al pobre pueblo hondureño, así como del derroche de dinero que se ha gastado, para poder enfrentar el COVID-19, que nos tiene confinados y al borde del colapso económico.
Se han invertido millones de dólares, tanto para equipar a los hospitales, como para la compra de medicinas, contratar personal, y comprar hospitales móviles para enfrentar esta crisis, pero los resultados a simple vista no son positivos. Hoy día la gente muere haciendo colas en los hospitales, centros de salud y lugares improvisados para atender a los miles de pacientes desesperados por esta enfermedad, sin encontrar la posibilidad de sobrevivir a este mortal virus, y todo debido a la ineficiencia en las compras para enfrentar esta pandemia.
Se tiene que investigar a fondo hacia dónde ha ido a parar todo el dinero invertido en estas compras, y en caso de que haya culpable, hay que proceder con todo el peso de la ley, porque lo que tenemos delante de nosotros es un genocidio, ya que, por culpa de la falta de recursos, se está condenando a la muerte a cientos y miles de hondureños.

Reconocemos que tanto en el área de salud como la de educación no se ha invertido lo suficiente en los últimos 30 años, razón por la cual han sufrido un serio deterioro, no contando con los recursos necesarios para prestar un buen servicio, y esto es una realidad palpable que repercute en la situación actual. No podemos afirmar o negar que todo lo invertido haya sido malversado, ni señalar culpables hasta que se investigue a fondo, pero algo hay detrás de esta realidad, lo único que sí podemos afirmar, es que la situación de salud actual se le ha escapado de las manos al gobierno.

No es la primera vez que por culpa de actos de corrupción mueran muchas personas, lo mismo ocurrió en el pasado con el escándalo del Seguro Social, que todavía no se ha concluido, y de aquellas comprar de pastillas hechas a base de harina, que muchos pacientes consumieron creyendo que era una medicina para tratar una enfermedad, y que por ello algunos tristemente fallecieron.

Sí es cierto que se aprovecharon de la pandemia del COVID-19 para robar fondos del Estado, se debe ejercer todo el peso de la ley para dar un escarmiento a los corruptos. No dudamos de que haya ladrones de “cuello blanco”, que con sus fechorías sean culpables de la crisis actual, pero debemos actuar apegados a ley y no señalar a nadie hasta que las evidencias demuestren su culpabilidad.

Si la ley se aplica con firmeza y comenzamos a castigar severamente a los culpables, infundiremos temor a las próximas generaciones, y de esta manera los corruptos lo pensarán tres veces antes de hacer una de sus pillerías, porque la única forma de frenar la corrupción existente, que no es un virus sino un cáncer, es siendo firmes y drásticos para infundir temor en los corruptos y preservar la salud del pueblo hondureño.

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www.contralaapostasia.com

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