Fallece destacado columnista Boris Zelaya Rubí
El destacado columnista de esta casa editora y reconocido exfuncionario público, Boris Zelaya Rubí, falleció ayer a la edad de 76 años por problemas hepáticos, informaron sus familiares.
Las exequias del reconocido columnista se limitarán a una misa de cuerpo presente hoy en la ermita de Suyapa, al oriente de la ciudad, debido a las restricciones fúnebres por la emergencia nacional del coronavirus.
Posteriormente, sus restos serán sepultados en Jardines de Paz Suyapa, a las 3:00 de la tarde entre el círculo íntimo de parientes y amigos cercanos, bajo estrictas medidas de bioseguridad.
No obstante, tras conocerse su deceso a las 2:15 en la capital, su esposa Irma de Zelaya y sus hijos, han recibido inmensas muestras de pesar de parte del amplio círculo social y político en el que gozaba de mucho cariño y respeto.
Su triste adiós enluta también a las familias Zelaya-Claros, Simón-Zelaya, Zelaya-Barahona, Barrientos-Zelaya, Ordóñez-Bandy y Bermúdez-Zelaya.
COLUMNISTA INGENIOSO
Hasta hace un mes, Zelaya Rubí deleitaba a sus lectores todos los martes con sus acostumbrados artículos de opinión sobre diferentes tópicos de la vida nacional e internacional, siendo la política vernácula su tema favorito.
En su faceta de columnista, acostumbraba a encabezar sus escritos con ingeniosos títulos, cargados de sarcasmo y realismo. En otras ocasiones le agregaba nombre y apellido al destinatario, políticos la mayoría. “Renace el lado oscuro”, fue el último que escribió, en alusión a las nuevas alianzas que se están gestando en el Partido Nacional, del cual era un confeso militante. “Unos al hoyo y otros al cogollo”, escribió en el penúltimo dedicado a la letalidad de la pandemia con los hondureños, el oportunismo de muchos funcionarios actuales para hacer negocios sucios y las críticas al gobierno de muchos líderes de la oposición sin propuestas.
AMIGO Y GRAN PROFESIONAL
En su vida social, Zelaya Rubí, era un hombre ameno, respetuoso y conversador. A pesar de sus achaques de la edad, solía reunirse con sus amigos del reconocido grupo del G-40, de Tegucigalpa, que ayer declaró tres días de duelo, lamentando, a su vez, no poder asistir a sus exequias por razones obvias de la pandemia.
En el campo profesional, Boris Enrico Zelaya Rubí, como era su nombre de pila, ejerció una notable trayectoria en el gobierno y la empresa privada como contador público (Instituto San Francisco) y la administración pública (UNAH).
Entre sus cargos públicos, se desempeñó en la fenecida Conadi y las agencias tributarias y aduaneras del gobierno. Además, fue Tesorero General de la República y gerente de Banasupro.
