Emergencia sin respuestas y sin expectativa de recuperación

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9 de julio de 2020
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12:01 am
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Emergencia sin respuestas y sin expectativa de recuperación

Condiciones esenciales de buen gobierno

Emergencia sin respuestas y sin expectativa de recuperación, Por: Aldo Romero
Periodista y catedrático universitario

La pandemia nos puso de rodillas desde antes de aparecer, el discurso preparatorio presagiaba la tragedia, primero se dijo que “ningún país estaba preparado para enfrentar a un enemigo tan poderoso”, después que “teníamos que alistarnos para lo peor”, luego surgió el sorprendente mensaje presidencial replicado sutilmente por funcionarios de gobierno, líderes de sociedad civil e incluso religiosos que anunciaban que el país estaba en vísperas de entrar a “un nuevo orden”.

El problema es que nunca existió orden, lo que hoy acontece es solamente el fiel reflejo de un verdadero desorden en toda la estructura estatal y agudizado por la escasa visión estratégica y gerencial de quienes están y han estado al frente de las instituciones gubernamentales, en el país se siguen cometiendo errores graves que al final afectan directamente a la población más vulnerable.

Donde hay desorden prevalece la ley del más fuerte, esa que se fundamenta en el “sálvese quien pueda” y que gobierna mediante la toma de decisiones sociales, políticas y económicas respetando y cuidando privilegios haciendo más grandes las grietas de una sociedad que cada vez cree menos en sus líderes y en donde se levantan voces disonantes que buscan ganar sus propios espacios para crear confusión social.

Parece mentira por ejemplo, que después de los últimos desaciertos administrativos en las instituciones gubernamentales que en esta emergencia sanitaria han manejado a su antojo y en muchos casos de manera indiscriminada y abusiva los recursos públicos, todavía no hay una reacción adecuada, ética y correcta, ni desde el mismo gobierno y mucho menos de los órganos de investigación, apenas leves acciones por parte del Ministerio Público (MP), lo que sumado al silencio cómplice del Tribunal Superior de Cuentas (TSC) provoca la frustración y el descontento de una ciudadanía que ve con impotencia el daño causado por el desinterés estatal en sus problemas prioritarios.

El país está pagando un alto costo por la incapacidad en el manejo de la gestión pública, los políticos en el poder, los actuales y otros que ya tuvieron la responsabilidad de gobernar, se acostumbraron a administrar las crisis en lugar de enfrentarlas con verdaderas estrategias de país, en Honduras los problemas son recurrentes y los liderazgos cada vez más débiles e ineficientes.

Somos parte de una sociedad que se acostumbró a ver con inconcebible normalidad, como desde los gobiernos y los mismos partidos políticos de todos los colores e ideologías, se mueven poderosas influencias para obstaculizar la justicia, los casos de corrupción son visibles y trascienden de una administración a otra generando el debilitamiento de la institucionalidad.

Expertos han advertido que en medio de la crisis por la COVID-19, los países que están enfrentando con una mejor visión de trabajo la emergencia, se han visto obligados a ejecutar acciones y políticas orientadas en tres dimensiones fundamentales a la que llaman “las tres R”, Respuesta, Recuperación y Reforma.

La Respuesta tiene que ver con la correcta administración de los recursos del Estado, la transparencia en las compras y adquisiciones para atender la emergencia, la Recuperación por su lado creando entornos saludables para que la economía en sus diferentes niveles pueda adaptarse a una nueva realidad, y la Reforma en cuanto al alcance de medidas de corto, mediano y largo plazo debidamente concertadas y planificadas.

Honduras es un país complejo, en la nación prima la desconfianza, los principales liderazgos no han demostrado tener intereses genuinos de beneficiar a la sociedad a la que se deben, no hay posibilidades de encontrar respuestas en conjunto y por el contrario cada uno juega conforme a la táctica que le conviene, parecen olvidarse que la única manera de superar las crisis y las desigualdades es trabajando todos en acuerdo.

@aldoro/[email protected]

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