Podríamos ser Singapur

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10 de julio de 2020
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12:26 am
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Podríamos ser Singapur

EEH ODS ENEE CREE y demás juntas e inventos del sector energético

Por: David Salomón Amador

MBA – Sector Bancario y Financiero
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A finales de los años 90, Singapur, un pequeño país de 721.5 kilómetros cuadrados, comenzó la era de su transformación económica, previo a ello en los años 60 se fundamentó el país en cuatro pilares fundamentales. Primero: acabar la corrupción, para ello se implementó el combate al soborno y se incrementaron los salarios de los empleados públicos. Segundo: reformar el sistema de justicia, muy parecido al sistema americano, siendo los jueces independientes de los otros poderes. Tercero: creación de empleos, masificaron la revolución de atraer empresas extranjeras, especialmente aquellas que abandonaron China. Cuarto: reforma educativa, tomando como base el sistema de Finlandia, estableciendo el idioma inglés como obligatorio, se implementó la educación continua para los maestros, asimilando el modelo japones, y una remuneración gradual de acuerdo a resultados obtenidos, similar al sistema americano y europeo. Al cierre del año 2019 el ingreso per cápita fue de US$ 65,977.00, dicho país tiene 5.6 millones de habitantes, claramente es un ejemplo de superación y de crear un sistema de bonanza económica para su población, solo para comparar, en 1990, cuando comenzó su transformación económica el ingreso per cápita era de US$ 9,821.00, en 29 años de hacer cambios drásticos en el manejo político, económico y social el crecimiento per cápita a diciembre del 2019 fue de un 571.80%, lo que significa que el crecimiento económico que han logrado desde 1990 les permite ser hoy el noveno país del mundo con alto poder adquisitivo por habitante. A nivel de territorio somos 156 veces más grande que Singapur, tenemos aproximadamente 3.5 millones de habitantes más, y nuestro lugar en el ranking es el 102 de ingresos per cápita, en el 2019 con US$ 2,923.00 al año; asumo que algo hemos dejado de hacer porque tenemos factores que a mi criterio podríamos aprovechar para tener un margen de mejora. El país con el mejor ranking de Centroamérica es Costa Rica, en el número 54, solo eso significa que los amigos de la Suiza Centroamericana, son 4.23 veces mejores en ingresos por habitantes en el 2019 que los catrachos, y podría continuar haciendo comparaciones, cosa que a muchos les fastidia, pero lo cierto es que en algún punto, países como Singapur tuvieron que ver qué fue lo que otros hicieron bien para poder asimilarlo, de acuerdo al país y su desarrollo.

Entonces, con los datos anteriores me he venido preguntando qué hemos hecho mal para no tener la capacidad de tener un mejor país, y claramente, basándome en los cuatro pilares de Singapur, no tenemos ni uno solo, nuestro sistema político claramente, no tiene transparencia y eso lo denota el ranking del país en el informe anual de transparencia internacional, ocupamos el lugar número 146, nuestro sistema de justicia todavía tiene una marcada dependencia del partido de turno que gobierna, no existe independencia de poderes, eso disminuye cualquier crecimiento de país, al tener estos dos primeros elementos, como el frágil sistema judicial y un sistema político corrupto, nos lleva a que las inversiones para crear fuentes de empleos de forma masiva no existan, porque los inversionistas extranjeros dudan en poner sus inversiones sin tener claridad de si en algún momento tendrán que cerrar y sacar estas inversiones por la falta de claridad del sistema político y judicial; y para culminar nuestro sistema educativo es un caos, los niños entran al sistema escolar pero salen no teniendo las herramientas para enfrentarse al mundo real, donde la competencia no solo es fuerte, el mundo es más competitivo ahora que hace 20 años y los conocimientos tecnológicos son los dominadores hoy.

Volviendo a las comparaciones, Singapur es un país con un sistema que permite a sus habitantes tener medios para poder enfrentarse a la vida, si una nación se educa e invierte en ello, vendrán las inversiones trayendo fuentes de trabajo y con ello garantizar ingresos para una mayoría; al tener educación y trabajo, nos permite entonces, crear un sistema judicial más ecuánime y apolítico, que conlleve a que el sistema político sea completamente transparente. Creo que muchos de los habitantes de esta pródiga tierra que nos vio nacer aspiramos a esa Honduras, donde todos podamos tener una visión clara de lo que queremos, siempre habrán personas en desacuerdo, es la esencia humana de llevar la contraria, pero no podemos continuar siendo los mismos, estamos con el deber de que las nuevas generaciones puedan encontrar un mejor país, esa debería ser nuestra meta, ser como Singapur está en nosotros serlo, solo elijamos bien.

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