EL CONTAGIO Y LAS ALARMAS
DEL sesudo análisis, “CUANDO EL SISTEMA FALLA”, divulgado en “Foreign Affairs”, tomamos otro segmento del artículo: “En un mundo más cosmopolita, otros líderes podrían haber llenado el vacío dejado por la negligencia de Washington y la ofuscación de Beijing”. “Pero ese no es el mundo en el que la crisis tomó forma”. “En los últimos doce años, la competencia de las grandes potencias ha aumentado y la fortuna de la democracia ha disminuido”. “El populismo y el nacionalismo ascendente han debilitado las bases nacionales para la cooperación multilateral al empoderar a los déspotas autoritarios y al debilitar el apoyo público al internacionalismo liberal”. “La salud pública mundial, aislada durante mucho tiempo de la rivalidad geopolítica y la demagogia nacionalista, se ha convertido de repente en un terreno de combate político, paralizando la respuesta mundial a la pandemia”.
Ángela Merkel al asumir la presidencia del Consejo de la Unión Europea, en su discurso al parlamento hizo una frontal defensa de los valores democráticos, aludiendo al daño causado por la desinformación y el “populismo que niega los hechos”, en esta devastadora crisis sanitaria. La mandataria alemana –enfatizando que “la Unión Europea enfrenta el reto más inmenso de su historia”– hizo hincapié en la necesidad de coordinar las políticas y subrayó la importancia de combatir las informaciones falsas. En el transcurso de su alocución –interrumpida por aplausos de los presentes– hizo repetidos llamados a la unidad y la solidaridad entre los Estados de la UE. Al terminar su disertación fue ovacionada de pie por los eurodiputados. Con tono de angustia y de lamento expresó al auditorio: “Hemos tenido que romper las cadenas de transmisión del virus y (para ello) se han tenido que restringir derechos fundamentales. Ha sido un precio alto a pagar. Una pandemia no puede usarse para erosionar los principios democráticos. Yo viví durante 35 años en una sociedad que no era libre, por lo que restringir los derechos durante la pandemia fue una decisión difícil”. En honor a los cientos de fallecidos víctimas de la enfermedad les dijo: “Hay que tenerlos en mente cuando hablemos de la recuperación económica. Necesitamos poder llorar a nuestros muertos, reconocer el dolor de las despedidas que no han sido posibles. Esto seguirá entre nosotros durante un tiempo”.
“La profundidad de la declinación económica requiere que nos apuremos”. “No debemos perder tiempo, solamente los más débiles sufrirían por ello”. “No debemos engañarnos: en muchos estados, los oponentes de Europa están esperando para aprovechar esta crisis para sus propósitos”. “Debemos mostrarles dónde está el valor agregado de la cooperación en la Unión Europea”. “Debemos mostrar que un regreso al nacionalismo no significa más, sino menos control”. No mencionó nombres ni países pero nadie dudó a cuales se refería cuando les dijo: “Estamos viendo en estos momentos que la pandemia no puede ser combatida con mentiras y desinformación ni con odio o agitación”. “El populismo que niega realidades está mostrando sus limitaciones”. “En una democracia, la realidad y la transparencia son necesarias. Eso distingue a Europa y Alemania va a defenderlo durante su presidencia”.
