Las curas internacionales del COVID-19, Oscar Lanza Rosales
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Esta crisis es tan gigante, que un gobierno huérfano del apoyo popular, no la puede afrontar solo. Por eso necesitamos un gobernante que sea capaz de aglutinar a todos los hondureños, con un solo objetivo, que mediante un plan de acción bien diseñado, seamos capaces de vencer la pandemia. Necesitamos un gobernante que inspire confianza, receptivo a las opiniones de la oposición, que sea inclusivo, que forme un gabinete con los mejores profesionales del país y que tenga una gran capacidad de organización.
Por ejemplo, me parece bien la idea de las brigadas que andan en barrios y colonias de la capital, tratando de identificar a los contagiados, pero la solución no solo consiste en recomendarle que comience un tratamiento MAIZ, sino que eso debe ir acompañado de la organización de cada comunidad en barrios y colonias de las ciudades y en las aldeas y caseríos de la zona rural, para que los vecinos organizados, entre otras cosas, acondicionen espacios de aislamiento, en las escuelas, iglesias y centros comunales de la comunidad, para que no contagien a su familia, que -como todos sabemos- la mayoría de nuestros hogares, viven en condiciones de hacinamiento.
Un gran líder debería involucrarnos de cabeza -como decimos los hondureños- en esta pandemia. Por ejemplo, en eso de la organización de los mercados, no les dejen ese trabajo a los dirigentes de los patronatos de los mismos, sino que asignárselo a gente que sabe hacerlo, como los ingenieros industriales y arquitectos, para lo cual un gobierno sensato ya hubiera involucrado a las universidades y los colegios profesionales en esta función.
Dentro del nivel de organización, creo que se debe formar un comité de inteligencia con expertos en salud, farmacia, economía y finanzas, para darle seguimiento a los tratamientos y medicamentos eficaces, incluidas las futuras vacunas, que se están utilizando en los diferentes países del mundo para adquirir o ir negociando estos medicamentos en las cantidades apropiadas para incorporarlas en las terapias nacionales, y tener más opciones para curar a nuestros enfermos.
Para el caso, a nivel internacional ya se reconocen los medicamentos Remdesivir y la Dexametazona, de su efectividad para combatir el covid-19. De un reportaje del diario de la BBC, el Remdesivir es un fármaco antiviral que ha sido utilizado contra el ébola, y que en el covid-19 se ha utilizado para atacar una enzima que el virus necesita para replicarse dentro de nuestras células. Su tratamiento ha sido aprobado en pacientes en Estados Unidos, Reino Unido, Corea del Sur y Chile, entre otros países. Los resultados iniciales indican que puede reducir el período de recuperación de la infección por unos cuatro días. Según estos países, el tratamiento está “limitado a pacientes en estado severo de neumonía y que requieren terapia con oxígeno”. Su fabricante es la empresa estadounidense Gilead Sciences, que ha negociado con Estados Unidos y Corea del Sur, la producción de este medicamento hasta septiembre. Pero la opción para países como Honduras, sería comprar los genéricos de este medicamento, en India o Pakistán, que los están fabricando.
La dexametasona, por su parte, es un medicamento antiinflamatorio conocido desde la década de 1960, que ha sido aprobado por autoridades médicas del Reino Unido, donde se han realizado grandes estudios para tratar casos graves de covid-19.
Este fármaco actúa amortiguando el sistema inmunitario del cuerpo, que cuando se acelera, puede resultar fatal, y puede terminar atacando las propias células del paciente. La dexametasona entonces sirve para calmar este efecto. Es por eso que este fármaco solo es adecuado para pacientes graves. No funciona en personas con síntomas leves.
Mientras tanto Rusia presentó en ciudad de Guatemala, el pasado viernes, ante representantes sanitarios de Latinoamérica, el medicamento Avifavir, también para combatir el covid-19, y curarlo entre 4 (el 65%) y diez días. Según la misma información, este medicamente ya fue aprobado por Rusia, el pasado 29 de mayo, y ya fue utilizado en 30 mil pacientes de ese país, con resultados positivos, y con bajos efectos secundarios (17.5%).
Según el diario BBC, el Avifavir, es un antiviral desarrollado a partir del favipiravir, un medicamento japonés usado como tratamiento de emergencia en 2014 contra la influenza, y comercializado bajo el nombre de Avigan. Y agrega que, según ensayos clínicos, todavía no hay resultados concluyentes sobre la eficacia del Avifavir como tratamiento para el coronavirus, pero demostró resultados positivos cuando se usa el fármaco en las etapas iniciales y medias de la enfermedad.
¡Ojalá nuestro gobierno le dé pensamiento a esta sugerencia!
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