Por qué somos así

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17 de julio de 2020
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12:20 am
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Por qué  somos así

Por: Juan Ramón Martínez

He estado escribiendo sobre la pérdida de confianza en el gobierno, en las organizaciones de la sociedad civil, partidos y dirigentes. Sin embargo, llama la atención el hecho que cuando vienen las elecciones, la concurrencia es masiva. Y en el período de las montoneras, la participación de los aspirantes a “militares” de carrera –para entrar a la burocracia y la política– se multiplicaban en forma exponencial. En la búsqueda de explicaciones sobre el carácter nuestro, me ha escrito Carlos Martínez (Chiquimula) para explicarme cosas que, no conocía. Y adelantar algunas hipótesis que explican cómo opera la sociedad, resuelve conflictos y esconde sus defectos. Afirma que solo aquí existe Partido Liberal y Partido Conservador. En otros países, fueron partidos del siglo 19. “Solo aquí están vivos y fuertes en el siglo 21”. A renglón seguido, explica: “aquí no hubo una revolución de ideas correspondientes al siglo XX como en otros países”. Te asombras, me dice, “oír a gente culta, súper estudiada que, te grita: “a mucho orgullo, soy voto duro”; o que, avergonzados, “es mi partido y qué voy hacer”. Y para concluir esta parte, dice que hay que cortar el cordón umbilical –de la irracionalidad dominante pienso– que une la conducta de las personas, en el plano político, con los partidos que son propiedad privada de los caudillos que, incluyen entre sus activos a los votantes y mansos seguidores. Martínez Villela, dice: “Nos hizo falta en el siglo XX, una revolución de intelectuales y militares después de 1945, finalizada la Guerra Mundial. Honduras fue el único país en donde no hubo un movimiento de esa naturaleza”. Y agrega, “creo que la raíz está, en algo que nadie habla. La falta de una burguesía criolla. Los “turcos”, aun en la cuarta y quinta generación, no invierten en Honduras. Compran el café; no lo producen. La maquila no es nada. Qué es la maquila sin contratos del exterior. Nada. Una galera y máquinas sin valor y por cualquier problema, se van con el pisto para afuera. En otros países, la burguesía criolla se quedó con dinero después de vender comida a los “aliados”. Necesitaban libertad para invertir infraestructura. Los dictadores se las dieron. Buscaron chafitas jóvenes, oprimidos por los generales. Aquí no se dio. Te voy a hablar de lo que conozco. Guatemala, con Árbenz; Toriello, con intereses en comercio. Arévalo, intelectual. Aquí, estudian y regresan con una maestría, y se van a la tienda. Solo los Kafie tienen más que lo que les dejaron; pero haciendo negocios con el gobierno. Pero invertir en tierra no. Hay un problema que va a reventar. En el café. Muchos hijos de cafetaleros, después de estudiar, buscan chamba y se acomodan en las ciudades. No regresan a los pueblos en donde no hay comodidades. ¿Quién va a cuidar las fincas? Y agrega, “son pocos los que invierten en la tierra. Conozco uno que sí y otro que vendió, porque atrás, no tenía nada. Hablo de hijos de Alá. Porque no hay burguesía criolla: la destruimos en las montoneras. No sabes de esto, porque naciste y creciste en la otra Honduras. La Honduras del centro y del occidente lo vivió. Si hubieras oído a mi mamá: las vacas no se las robaban, ni comían. Las mataban en los potreros. Y ahí, se pudrían. Quemaban las cosechas por joder; los negocios se destruían por hacer daño. No robaban. Eso no pasó en Guatemala; ni en El Salvador. Los negocios de los palestinos no los tocaban, porque eran súbditos ingleses. Sacaban el pasaporte y la bandera y nadie los dañaba. Al final, solo ellos quedaron con capital”. “Ahora otro problema grave: el clientelismo. Todos quieren que el gobierno les dé, todo regalado. Mira los taxistas, no dicen: financiaremos las medidas sanitarias. Un bono o cerramos las calles. Cuando vino Chávez, BANHCAFE prohibió el cambio de billetes de 500, porque quedó sin billetes de baja denominación. Porque les pagaron para que fueran a la manifestación. Si no pagas el voto, no van a votar. Por eso celebro a los locatarios del Zonal Belén. Ellos se han costeado los arreglos. No han esperado que otros, les resuelvan los problemas. Ahora que no hay plata de Venezuela, no hay mucho molote. Por eso el PL, no da un paso. No tiene con qué pagar”.

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