SALVAR EL POCO PRESTIGIO

ZV
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17 de julio de 2020
/
12:30 am
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SALVAR EL POCO PRESTIGIO

NO deja de ser conducta avorazada de ciertos gobiernos repartirse con cuchara grande los remedios que salen de sus laboratorios científicos para tratar el coronavirus. Una reprensible falta de solidaridad a otros pueblos que no cuentan con la capacidad de producirlos. La embajadora hondureña en Naciones Unidas, hasta donde permite la sutileza diplomática, en tres notas dirigidas al Secretario General, toca los nervios –a veces insensibles– de las burocracias internacionales. Le plantea que acude a ese nivel de influencia, reconociendo que “si bien hay otros organismos de Naciones Unidas especializados en la atención de estas solicitudes, la misma brutalidad de la crisis que encaramos impone acciones audaces e inmediatas”. “Obliga a que se rompa la canalización por las vías acostumbradas en situaciones de normalidad”. “Cuando cada segundo, cada minuto, cada día que pasa de indiferencia o de solidaria atención al problema podría ser la diferencia entre salvar y perder valiosas vidas humanas”.

“Frente a esta inédita calamidad –continúa expresando en su misiva– no deja de ser un formidable desafío a la Secretaría General que las herramientas recomendadas, los fármacos, los remedios, las vacunas necesarias para derrotar la amenaza sanitaria, lleguen no solo a los que mayores recursos, ciencia y tecnología disponen para obtenerlos, sino, con igualdad de derecho, a los que no gozan de esos privilegios”. “De eso, precisamente, se trata la elevada obligación en estas lides supremas por la paz, la convivencia armónica entre pueblos y naciones que informa la misión de las Naciones Unidas”. Sin duda la lluvia de quejas de pueblos indignados por la deficiencia de estas burocracias internacionales, respondiendo de manera insuficiente a la gigantesca dimensión de la emergencia sanitaria, ya comienzan a tocar sus fibras interiores. En las últimas horas aparecen dos noticias esperanzadoras: La directora de la OPS anuncia que ese organismo “se está coordinando con otros socios para garantizar que los países más vulnerables de la región vayan a recibir la vacuna contra la COVID-19 de una forma subsidiada con precios accesibles”. “Esto podría articularse gracias a un fondo de cooperación”. La ministra de Asuntos Exteriores del gobierno español anuncia que su país “apoyará a América Latina para que todos los países puedan acceder a la vacuna contra la COVID-19 cuando este tratamiento sea diseñado y puesto en venta”.

Lo extraño es que las instituciones internacionales de crédito todavía no dan señal de estar despiertas, ni muestran habilidad de responder al estallido de la otra crisis. Nos referimos a la debacle económica, la contracción de los mercados, el daño a los ingresos, a los empleos, ocasionados por el confinamiento. El encierro obligado de las naciones intentando lidiar con los incontrolables contagios y las terribles fatalidades. Imposible soslayar, entonces, el otro reclamo con que la embajadora cierra su carta: “Con tristeza, hay que aceptar, que el sistema multilateral, diseñado para enfrentar una crisis como la que ha puesto de rodillas tanto a potencias como a mortales, a lo sumo, ha decepcionado”. “Ha sido poco lúcido o eficaz”. “No ha reaccionado con la diligencia, la urgencia, la energía, la creatividad ni ha respondido con la magnitud de los recursos y auxilios que el inmenso tamaño de la emergencia reclama”. “A su debido tiempo los justificados reclamos inducirán a reflexiones, correctivos, enmiendas y a las reformas pertinentes”. Todavía, en esta etapa de rebrotes y de retrocesos, el sistema multilateral tiene oportunidad de enfrentar el reto como Dios manda, e intentar salvar el poco prestigio que aún le quede.

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