Cierre de la economía está liquidando las empresas
Por: Carlos Medrano
Periodista
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No hay ningún dilema entre qué es primero o más importante, si la salud o la economía, ya que indudablemente si no tenemos vida y salud no habrá economía, la vida es primero ante todas las cosas, la vida es la fuerza divina que mantiene un país y al globo terráqueo.
Pero al igual que es importante la vida, la economía es fundamental en la vida del ser humano, el trabajo es vida, nos da dinero para comer, para subsistir, para comprar y vender, una sociedad sin economía no existe, es una selva, un desierto o vivir en las cavernas.
La vida y la economía van unidas, ambas fuerzas sostienen todo un sistema; por ejemplo, si en una economía hay producción de vegetales, pero no hay compradores o consumidores, los campesinos que sembraron chiles, tomates o rábanos no podrán vender su producto, perderán su esfuerzo y no podrán comer en todo un período.
En sentido contrario, si existen consumidores con dinero, listos para adquirir de manera inmediata los productos de la canasta básica, pero no llegan los camiones del interior de la ciudad con los enseres, el ciudadano no podrá comprar, no podrá comer y por ende, se morirá de hambre.
En otras palabras, y hablando en buen español, si sobrevivimos a esta pandemia, todo pinta que nos quedaremos sin empresas, si perdemos las empresas no habrá trabajo, si no tenemos trabajo no habrá consumidores ni vendedores, desaparece el sistema económico y entonces moriremos.
Los “genios” que dirigen la crisis de COVID-19, al parecer no han entendido esta realidad, no tienen creatividad, no tienen imaginación, están envueltos en escándalos vergonzosos y deleznables, que más temprano que tarde les pasará factura ya sea en vida o en muerte.
Con más de 4 meses encerrados, la única fórmula ha sido cierre y más cierre; de acuerdo con los cálculos del COHEP, ya se han cerrado aproximadamente el 45% de las micro, pequeñas y medianas empresas, (mipymes), que eran las principales empleadoras en Honduras.
En marzo, abril y mayo, un promedio de 73% de las empresas no tuvieron un centavo en ventas, afectando a millones de personas que hoy en día no tienen ningún tipo de ingresos para sostener a su familia.
Las finanzas públicas se han caído estrepitosamente en casi un 30%, impuestos básicos y estratégicamente importantes como el de los combustibles por su fácil recaudación, dejaron de aportar a las arcas del Estado casi Lps. 600 millones mensuales.
Hoy, en plena pandemia, ya existen casi 600,000 hondureños que perdieron su trabajo en el mercado formal y más de un millón de hondureños no tienen ningún ingreso en el mercado informal, lo que se convierte en un ejército que representa una “bomba social”.
Los “genios” del gobierno deberán abrir la economía sin mayor retraso, si es que quieren dejar un país donde todos tengamos que tomar nuestras medidas de bioseguridad, impulsar los triajes y dotar de medicamentos y equipos de bioseguridad para nuestros héroes nacionales que son los médicos.
Dar concesiones a las empresas para que subsistan estos meses, eficientar el gasto público, priorizar la salud y alimentación, ante todo, rebajar el salario a los altos funcionarios públicos y reformular el Presupuesto de Ingresos y Egresos de la República, son entre otros, las medidas que se deberían tomar.
