Una “brújula” para un LECTIONAUTA

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18 de julio de 2020
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12:33 am
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Una “brújula” para un LECTIONAUTA

Por: Padre Tony Salinas

La gran tempestad que nos ha sobrevenido a toda la humanidad por el COVID-19, nos hace comprender, como lo señaló en su momento el Papa Francisco, al decir que estamos juntos en esta barca; esto nos permite proponer a todos la experiencia probada por siglos del método de la LECTIO DIVINA, este método de usar la Biblia, a través de cuatro peldaños sencillos: La lectura, la meditación, la oración y la contemplación, que llevan y desembocan luego a la acción. La Palabra de Dios se ha convertido entonces en una “brújula” que indica la vía para darle sentido a la existencia en momentos de frágil situación.

La aventura de ser Lectionautas hoy es vivir ante la pandemia no sumergidos en el océano inmenso del miedo y el terror que causa la situación, sino por el contrario navegando en el océano amplio y fascinante de la Palabra de Dios.

Entre las muchas formas de acercarse a la Sagrada Escritura, está este método que permite que la Palabra penetre en lo más profundo de nuestro ser y nos dé fortaleza y esperanza. Y, esto es posible porque conduce al encuentro con Jesús-Maestro, luego al conocimiento del misterio de Jesús-Mesías, a la comunión con Jesús-Hijo de Dios, y finalmente al testimonio de Jesús-Señor del universo.

Con sus cuatro momentos (lectura, meditación, oración, contemplación) la lectura orante de la Biblia favorece el que tu seas como uno de esos personajes que fueron a buscar a Jesús, como narra el evangelio: Nicodemo tenía deseos de vida eterna (cf. Jn 3,1-21), la mujer samaritana buscaba un lugar para dar culto verdadero (Jn 4,1-42), el ciego de nacimiento y su deseo de luz interior (Jn 9) y Zaqueo el pecador y sus ganas de ser diferente (Lc 19,1-10). Todos ellos, gracias a ese encuentro, fueron iluminados y recreados porque se abrieron a la experiencia de la misericordia del Padre que se ofrece por su Palabra de verdad y vida.

La aventura de ser Lectionautas hoy es vivir ante la pandemia no sumergidos en el océano inmenso del miedo y el terror que causa la situación, sino por el contrario navegando en el océano amplio y fascinante de la Palabra de Dios. Poco a poco descubrirás que ella no defrauda y por el contrario te llevará a la verdad y esa verdad que tiene un rostro, verás cómo en medio de lo triste de la situación que afrontamos su presencia te inunda y aprenderás a ajustar tu estilo de vida a los grandes cambios que nos dejará la pandemia y estarás fuerte y lúcido para echarle ganas a la vida y sobre todo para ser capaz de responder con sabiduría y actualidad a los nuevos desafíos.

No navegues solo, el Señor va contigo, por eso antes de seguir caminando ¡equípate bien! Busca la Biblia, compañera de viaje y podrás demostrarte a ti mismo y al mundo que navegar guiados por esta brújula representa uno de los actos sabios que los hombres y mujeres de esta hora de la historia, no deberían de prescindir para estar convencidos de llegar fuertes y sanos a puerto seguro.

Lo propio de la Palabra es encarnarse, hacerse vida; así lo aprendemos de María, la discípula perfecta (Lc 1,26-38). No hay ninguna realidad de la vida humana que la Biblia no enfoque sobre los hechos concretos, dando palabras de esperanza e indicaciones para realizar y construir el futuro según Dios.

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