Hospitales móviles inmóviles

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21 de julio de 2020
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12:22 am
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Hospitales móviles inmóviles

Código Verde necesitado de pagoHospitales móviles inmóviles

Hospitales móviles inmóviles, Armando Cerrato
Licenciado en Periodismo

Llegaron dos de los polémicos y sobrevalorados hospitales móviles,
comprados supuestamente a empresas especializadas turcas, pero contrario a lo que se creía, que del barco los contenedores que son en sí los recipientes de los instrumentos médicos y camas irían directamente a un cabezal que los transportaría hasta los planteles asignados en San Pedro Sula y Tegucigalpa.
De esto hace una semana y los 78 contenedores permanecen inmóviles en las instalaciones de la Empresa Nacional Portuaria, donde ya fueron revisados por rayos gamma y ahora están bajo supervisión óptico, física humana por personal de Aduanas, Ministerio Público, Salud y otros veedores, incluido el comprador original Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H) contra una facturación que originalmente presentó serias irregularidades y contrastes que debieron ser reestructuradas para cumplir con los requerimientos necesarios para un desaduanaje supervisado y que pegase con el manifiesto de embarque.

Mientras tanto, se trabaja intensamente en la adaptación de los terrenos donde serán ubicados porque ni eso estaba listo, y los trabajos se han hecho lentamente bajo el alegato de que la pandemia afecta considerablemente hasta el suministro de materiales elementales como el cemento, la grava y la arena para hacer concreto y no digamos el suministro especializado de otros materiales.

Todo mundo espera que además de desaduanar rápido los hasta ahora hospitales móviles (inmóviles) se puedan instalar y armar lo más rápidamente posible para que nuestra gente no siga muriendo, tendida en colchonetas en los hospitales colapsados, o a las puertas de las clínicas de triaje, en sus casas de habitación o nos vaya a pasar como le pasó a la gente de Guayaquil, Ecuador que caía en las calles ante lo incontrolable de la pandemia.
Para muchos medios de comunicación especializados en divulgar los actos de corrupción de los entes gubernamentales y del sector privado, se debe buscar de inmediato un castigo ejemplar para los culpables de esta compra sobrevalorada de hospitales móviles, que no solo son dos sino siete, llegaron los más grandes de 91 camas cada uno, pero faltan cinco de 51 camas cada uno, supuestamente para ser instalados en ciudades principales de departamentos con hospitales de área.

Hasta ahora la inmovilidad de los hospitales móviles ya en el país ha distraído la atención sobre si la compra total de siete se cumplirá y cuánto tiempo más tardará la llegada de los cinco restantes, ya pagados a un intermediario que al parecer es un estafador internacional con nexos familiares o afectivos con altos funcionarios del gobierno de Honduras, e incluso es buscado por el FBI de los Estados Unidos, a petición del gobierno turco y una empresa fabricadora de hospitales móviles de esa nacionalidad, a la que dijo representar falsificándole papelería y desprestigiando a la empresa, sobrevalorando un producto que después dijo haber encargado a otra empresa que en lo que se especializan es en la fabricación de viviendas y no en hospitales.

La empresa turca especializada en la fabricación de hospitales móviles ha pedido al gobierno de Honduras que ayude a la captura del usurpador y estafador y que obtenga de él, un reembolso del fondo que se le pagó, y que se le acredite a ella y en cinco días embarca los cinco hospitales faltantes y los envía a Honduras, advirtiendo además que es la única autorizada para realizar esa transacción.

No se sabe cuál ha sido la respuesta oficial del gobierno de Honduras a la propuesta turca y solo han habido declaraciones en el sentido de que se tratará de recuperar el dinero invertido en caso de no hacerse la entrega de las cinco unidades faltantes, y el castigo ejemplar para los “mal nacidos” que se han aprovechado de la pandemia.

Por otra parte, nadie entiende porqué el gobierno de Honduras no contestó una propuesta de la federación rusa, de una medicina que según médicos hondureños especializados y con muchos contactos internacionales, es un efectivo retroviral que en apenas cuatro días reduce los efectos letales del COVID-19.

Según el médico hondureño Marco Eliud Girón, no es necesario que para obtener la donación rusa la petición tenga que hacerla el gobierno de Honduras, porque puede hacerla cualquier sector de la población organizada o de la oposición política y que él ya habló con la cúpula de LIBRE, que se muestra dispuesta a pedir a la federación rusa la donación del medicamento, que ya se está aplicando en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, y algunas naciones de América del Sur.

Mientras tanto en Honduras los tratamientos criollos MAIZ y CATRACHO parecen no ser tan efectivos como sus creadores y el gobierno esperaban, como inefectivas han resultado las unidades de cuidados intensivos de todos los hospitales donde todo el que ingresa a ellas lleva sus horas contadas y solo egresa en una bolsa y un ataúd sellado, directo al cementerio.

Así las cosas, la pandemia avanza incontrolable y los hospitales móviles siguen inmóviles.

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