Es nuestro tiempo

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22 de julio de 2020
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12:46 am
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Es nuestro tiempo

Rafael Jerez Moreno
Twitter: @RafaJerezHn

Durante cuatro meses hemos presenciado un manejo deficiente de la pandemia, teníamos claro que un gobierno débil e ilegítimo no podría hacer frente como se debía, pero este tiempo también nos ha servido para entender que hay liderazgos opositores que en poco se diferencian de los oficialistas. Tanto en un lado como en otro, para algunos, permanecer o llegar al poder es el fin, y no un medio para hacer el bien.

Aun cuando la corrupción en la toma de decisiones ha sido evidente, el gran reto continúa siendo que se identifique a toda la red, no solo a una golondrina. Ciertamente, han cambiado un poco las cosas, los que antes se cubrían las espaldas, ahora se las dan unos a otros, la vida en medio de la pandemia los ha obligado a cambiar la vieja costumbre de no rendir cuentas. Han aprendido bien los altos funcionarios acerca de las medidas de bioseguridad, lavándose las manos para evitar responsabilidades penales.

Hay liderazgos opositores que han mantenido sus señalamientos y posiciones, pero hay otros viejos jugadores que han demostrado qué es lo que realmente pretenden hacer, o seguir haciendo, en política. Cuatro meses guardando silencio y tomando partido solamente cuando sus intereses se ven en peligro.
Lastimosamente, para algunos siguen valiendo más las palabras, que los hechos. La tradición política. En lugar de cooperar desde su trinchera, el silencio los desnuda en pleno cogobierno.

Entonces ¿quiénes han sido los verdaderos protagonistas?, los primeros, sin duda alguna, son los profesionales de la salud, en donde hay buenos y malos, como en todo, pero los buenos, han asumido la responsabilidad y el riesgo.

Han honrado la bata. Los segundos, terceros y cuartos, han sido los ciudadanos. Infinidad de iniciativas ciudadanas han puesto en práctica la solidaridad para compartir un poco con quienes la han pasado difícil estos días. La organización que todavía no se ha logrado en las calles, se trasladó a las redes sociales para dar a conocer sobrevaloraciones, oponerse al nuevo Código Penal, y mantener la presión sobre las autoridades que todavía no han logrado descifrar cómo transportar la represión con el gas lacrimógeno a las protestas virtuales.

Muchas personas sostienen que este no es momento de hablar de política. En realidad, la política es todo lo que nos rodea, y es el único espacio en el que podremos desplazar a quienes hoy han fracasado, nuevamente, al frente de las instituciones democráticas. Es nuestro tiempo, porque todo momento es el tiempo indicado para hacer lo correcto.

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