PANDEMIA Y TECNOLOGÍA

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26 de julio de 2020
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12:34 am
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PANDEMIA Y TECNOLOGÍA

BAJO las actuales circunstancias se ha puesto de moda, en el contexto primario, secundario y universitario, la ya conocida tecnología digital. Con todos los bemoles positivos y negativos que ello implica. Pero además de la educación formal se ofrecen cursos internacionales de diversa índole, a precios aceptables. Inclusive algunos relacionados con el período histórico en que vivió y murió Miguel de Cervantes Saavedra, por aquello de las falencias de varios profesores de español en distintos países de habla hispana, incluyendo la Península Ibérica.

El aspecto positivo es que los muchachos y los profesores pueden continuar con sus clases virtuales y terminar sus periodos académicos. Inclusive graduarse. Y que muchos empleados públicos y privados realicen perfectamente el denominado “teletrabajo”. Por supuesto que todo ello podría ser aún más efectivo si se lograran superar algunas deficiencias que se dan de parte de proveedores de internet que interrumpen con frecuencia sus servicios, ya sea por razones meramente técnicas o de incumplimiento involuntario de los abonados derivado de las consecuencias de la pandemia y su impacto en la economía familiar.

Igualmente se da dentro de la gama de problemas técnicos, que los estudiantes chocan con algunas “aplicaciones” que jamás habían observado en sus vidas, en tanto que resultan difíciles de manejar con fluidez tanto por los profesores como por los alumnos. Solo aquellos que han estudiado informática o que han llevado cursos intensos de computación, logran sortear estos impasses con algún éxito.

A esto se suma el problema de tener que elaborar informes y cuadros de calificaciones con modalidades laberínticas, inventadas en el último momento, sobre todo por los técnicos de la Secretaría de Educación. En vez de simplificar las cosas parecieran complicarlas.

No se puede ni se debe descartar el problema monetario de orden familiar. La mayoría de los jóvenes hondureños tienen celulares. Pero carecen de computadoras. No tienen en sus hogares, suficiente dinero para comprarlas. Son muy caras. Nunca se han democratizado los precios de tales artefactos. Sobre todo en el Tercer Mundo. No es lo mismo, por otro lado, hacer y resolver tareas desde un teléfono móvil, que desde la pantalla de un ordenador o computador, como le llamamos en esta parte del mundo.

Al uso constante del celular se suma el problema que en estos meses y semanas el servicio de internet funciona en muchos barrios, colonias y municipios, en forma intermitente. Es decir, que cada tres o cinco minutos se desconecta el famoso “Wi-Fi”. En medio de una conversación telefónica, que podría ser de emergencia, o en medio de la solución de un problema matemático, se desconecta, sin previo aviso, el internet.

Los cursos virtuales son auxiliares en tiempos de crisis y en el modelo de educación a distancia. Aun cuando jamás lograrán superar el sistema presencial. Por eso resulta imperativo que se utilicen las “aplicaciones” más adecuadas y se simplifiquen los informes y los cuadros de calificaciones.

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