Cómo deberá el gobierno de Honduras enfrentar la crisis que viene

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27 de julio de 2020
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12:02 am
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Cómo deberá el gobierno de Honduras enfrentar la crisis que viene

Por: Mario E. Fumero

La crisis creada por la pandemia del COVID-19, con la cual tendremos que sobrevivir por largo tiempo, dejará una estela de muerte, desempleo e indudablemente una crisis económica que se va a traducir en el aumento de la pobreza acompañada de una pandemia de hambruna, pues vamos de cajón, a una terrible recesión económica.

Los gobiernos de América Latina, principalmente el de Honduras, con una economía muy frágil, sufrirán grandes reveses en los próximos años, al no contar con los recursos necesarios para cubrir su presupuesto, debido a la reducción alarmante de sus ingresos, y, además, al terrible derroche económico que han creado los políticos al tener un Estado supernumerario de burócratas, los cuales consume una gran parte de los recursos obtenidos a través de la recaudación de impuestos.

El gobierno que venga en las próximas elecciones, sea de la ideología que sea, se va a encontrar con un país sumamente endeudado, con pocos ingresos presupuestarios, y con una gran demanda salarial de una burocracia que en los últimos años ha crecido enormemente, y la pregunta que me hago es ¿cómo podrán los gobiernos pobres de América Latina subsistir a la recesión originada por esta pandemia?

Desde ya, es imprescindible el tomar medidas radicales para poder asegurar un equilibrio económico que no destruya la infraestructura de Salud y Educación, además de tomar otras decisiones lógicas en este momento, para no agravar más el futuro sombrío del país. Sobre este tema me vienen a la mente algunas ideas que se deberían tomar en cuenta para no colapsar la economía, como, por ejemplo: simplificar al Estado disminuyendo los ministerios y reducir algunos empleados públicos que son supernumerarios. Por otro lado, deberíamos, en esta época de crisis, tomar medidas como reducir el sueldo de la alta burocracia, que gana salarios estratosféricos, entre los cuales están los diputados, ministros y gerentes de entes autónomos, facilitándose un salario digno, pero acorde con la realidad económica del país. Y una tercera medida que se deberá tomar en el gobierno, una vez superada la pandemia, es crear las condiciones para una mayor inversión, reduciendo las engorrosas tramitaciones, y los muchos condicionantes laborales, que sirven de estorbo para que alguien piense en invertir en un país donde todo es trabas, trámites, mordidas, y excesivos derechos laborales.

Es urgente que empecemos hacer los ajustes económicos desde ahora, para poder salir a flote antes de que venga un nuevo gobierno electo, o llegará el momento en que el Estado no pueda cubrir el pago de los salarios a sus empleados, ni cubrir las contrataciones hechas durante la pandemia, el sueldo de las fuerzas de seguridad y de los servicios básicos, cayendo en bancarrota en momentos que los países ricos también experimentan una recesión.
Aquí solamente cabe una solución, o nos ajustamos todos el cinturón y que se tomen medidas radicales, y no gratas para muchos, reduciendo nuestro estatus económico, o sucumbimos frente al fantasma del hambre que nacerá como hijo del COVID-19, y nos puede llevar a grandes convulsiones sociales. No me cabe duda que proféticamente las pandemias o epidemias van siempre acompañadas de escasez y hambre, como enseña la profecía bíblica en Mateo 24:7 y Apocalipsis 6:8.

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