El Hiperrealismo

MA
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28 de julio de 2020
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12:49 am
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El Hiperrealismo

De tal palo tal astilla

Se dice que el Hiperrealismo es una corriente especialmente pictórica que surgió a finales de la década de 1960 y que se basa en la reproducción fiel, casi fotográfica, de la realidad. En algunos casos, incluso su objetivo es reproducir una imagen con mas fidelidad y objetividad que la fotografía. Suele confundirse con el fotorrealismo que es menos radical. Ahora: ¿se puede llegar a reproducir pintando una figura o paisaje con más perfección que lo que se consigue captar con un lente? Pues, justamente ese es el reto… la fotografía convencional, muchas veces enfoca ciertas áreas y otras quedan apenas borrosas ya que de alguna forma simula lo que nuestros propios ojos hacen, también en ocasiones no cuida de retratar detalles tan minúsculos como el poro de la piel de los modelos humanos, o los cabellos corporales de los mismos, en cambio, el pintor hiperrealista, hace lo que tiene a su alcance por recrear absolutamente todo lo de la imagen que pretende plasmar.

Las dos áreas que resaltan en esta corriente son la pintura y la escultura. Las pinturas hiperrealistas se caracterizan por no dejar huellas de pinceladas en ellas, el artista parece estar ausente; los cuadros se cubren con una fina capa de pintura que incluso puede ser raspada para que no quede ningún relieve.

El debate con este estilo y su predecesor (el fotorrealismo) consiste en definir que tanto valor tiene la capacidad pura de un individuo de recrear algo fielmente, sin la creatividad implícita en el genio de aquellos que más allá de copiar, inventan un mundo alrededor de algo haciendo uso de su imaginación creativa…buen punto, diría yo… en resumen, los detractores dicen que hay gente que tiene “buena mano” pero “cabeza infértil” para el arte. Se puede decir que los hiperrealistas son gente que pinta y esculpe muy bien y provocan un asombro más que justificado ante un público que tiene que reconocer su dominio técnico…pero… ¿basta con esto para destacar en la línea eterna del arte? Mi opinión personal es la siguiente: si una obra es apenas una copia fiel de la realidad, pues, no dista mucho del valor de una buena fotografía, y cabe la pregunta si valdrá la pena simplemente pasar algo de un papel fotográfico a una tela… aunque siempre habrá que reconocer el dominio técnico del artista.

Pero incluso en el hiperrealismo se puede crear un discurso con la obra; se pueden generar emociones que van más allá de la admiración de una técnica perfecta; como ejemplo, tenemos el trabajo de Ron Mueck, escultor originario de Austria, quien hace figuras a escalas gigantescas (con las que se ha hecho famoso) y otras tan pequeñas como hormigas… pero el realismo en su obra no es banal, el cuenta historias con sus personajes; ellos son narrativos, líricos, irónicos, incluso humorísticos y llenos de vida en lo psicológico…casi siempre son desnudos, ya sea haciendo labores cotidianas o simplemente acostados o en posiciones que el espectador reconoce en su propia psiquis, pero que traspasan el velo de lo normal al transgredir no las proporciones anatómicamente correctas, si no, los tamaños normales o los atuendos (o la falta de ellos) a los que estamos acostumbrados. En conclusión, creo que si la obra tiene esa capacidad mágica de transmitir más allá de lo visual y si se puede conectar con quien la ve atravesando las puertas de los ojos, llegando hasta la mente y corazón; entonces, estamos hablando de algo más que de “una buena mano”.

 

“Niño agachado” escultura hiperrealista de Ron Mueck.
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