El Dadaísmo

MA
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4 de agosto de 2020
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12:11 am
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El Dadaísmo

De tal palo tal astilla

En esta ocasión tengo una sensación muy extraña… es como que les voy a presentar un completo contrasentido que no estoy muy segura de qué se trata. Entiendo perfectamente bien que es un movimiento artístico válido, y que, de hecho, fue el precursor del surrealismo; sin embargo, quienes lo desarrollaron pretendieron justamente causar ese efecto de aturdimiento y contradicción que yo siento hoy al analizarlo.

Empezaremos diciendo que el Dadaísmo es un movimiento cultural y artístico creado con el fin de contrariar las artes, surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza) extendiendo su influencia a no solo la pintura, sino que también a la escultura, poesía, música e incluso al cine. En el caso de la pintura, su objetivo fue promover todo lo irracional, absurdo y falto de sentido, la actitud predominante era de burla y humor; el carecer de reglas era básicamente su única regla. Sus exponentes deseaban ridiculizar el arte burgués y todo lo que se pudiera etiquetar como tradicional o socialmente aceptado y correcto; pretendían destruir lo convencional con respecto al arte y por decirlo así, crear un “antiarte”; esto me causa un poco de gracia, pues querían ser artistas antiarte… un poco confuso ¿no les parece? Pero psicológicamente hablando, fascinante… dan ganas de saber más; ver, oír y leer qué hace un “artista anti concepto de arte” …

El Dadaísmo estuvo contra la belleza, la lógica, lo pensante, la pureza, y todo lo universalmente aceptado y propuso una libertad desenfrenada, espontaneidad, búsqueda de lo inmediato, lo actual y aleatorio; poner un “no” donde todos dicen “sí” y viceversa, defender el caos en contra del orden y la imperfección contra la perfección.

El nombre de este movimiento viene de la palabra “Dada” que en realidad no significa nada, y su intención desde un inicio fue esa; sin embargo, algunos dicen que este singular nombre surgió cuando el pintor y escritor Tristan
Tzara tomo un diccionario, lo puso encima de su escritorio y queriendo buscar un apelativo para su filosofía, lo abrió en una página y busco la palabra más rara y desconocida, y encontró “dada” que significa “caballo de batalla” en francés; pero este mismo personaje, cuando se le preguntaba al respecto, decía que esa palabra no tenía ninguna importancia y que solo los imbéciles podrían interesarse por los datos… ¡imagínense como me sentí buscando esos datos para escribir este artículo acerca de su ideología!

Para ser un poco más gráfica de lo que sería una obra con este espíritu, les contaré que una imagen dadaísta que se hizo famosa fue la representación de la Gioconda (Mona Lisa) con barba y bigote, y con una inscripción de iniciales en la parte inferior que significaba una obscenidad. En la literatura, ellos recomendaban como forma de crear, tomar unas tijeras, recortar un escrito de algún periódico, poner los recortes en una bolsa, sacarlos de uno en uno y escribir exactamente lo que el azar de esta acción les dictara.

Mi opinión personal, es que el movimiento como filosofía, no tenía sustento, pero que en medio del frenesí de mentes alocadas y libres, se logró dar paso a otras corrientes artísticas más serias y geniales que lograron trascender en la historia. Debo confesar que para escribir acerca de este tema, vi presentaciones actorales y musicales de este estilo ¡y me reí muchísimo! Hasta cierto punto es irónico lo ingenuos que se pueden ver, es como poner a niños a hacer locuras… ¡ah! Una delicia si estamos de buen humor…

Obra “La Fuente” (un urinario común) presentada por el artista Marcel Duchamp, período Dadaísta.
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