Con respiración artificial se aferra a la vida envenenado con monóxido

ZV
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10 de agosto de 2020
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05:20 am
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Con respiración artificial se aferra a la vida envenenado con monóxido

Con respiración artificial se aferra a la vida envenenado con monóxido

Con respiración artificial se aferra a la vida envenenado con monóxido, En estado delicado de salud, con respiración artificial, se encontraba ayer en el Hospital Escuela Universitario, José Manuel Domínguez, uno de los sobrevivientes a la inhalación de monóxido de carbono en el interior de una cisterna donde murieron seis de sus amigos, la mañana del sábado, en la aldea Nueva Suyapa en Tegucigalpa.

Fallecieron Juan Carlos López García (29), Celmin Javier Duarte (37), Óscar Román López García (38), Nefi Omar Santos (20), Edwin Ledimir Rodríguez Rodriguez (33) y Jonathan Francisco Reconco Aguilera (21).

Fueron trasladados al Hospital Escuela Cristian Aguilar Santos, quien ya fue dado de alta y Domínguez cuya condición es de pronósticos reservados.

“Estamos orando por un milagro de vida, tenemos fe que ganaremos la batalla”, exclamó uno de los amigos de Domínguez en las afueras del centro asistencial capitalino.

Mientras, en la aldea de Suyapa, los seis cadáveres fueron velados en un ambiente de luto, llanto y dolor por familiares y amigos en viviendas colindantes del sector “La Lomita”, contiguo a un campo de fútbol donde eran muy conocidos por su solidaridad y compañerismo en las buenas y las malas.

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Vecinos lloraban la partida sin retorno de las víctimas quienes eran muy conocidas por su solidaridad y compañerismo en las buenas y las malas.

Precisamente, el suceso aconteció luego que familiares y amigos se unieron para limpiar una cisterna de unos siete metros de altura, llena con agua en el interior de una casa, utilizando una bomba con motor de gasolina, sin tener conocimientos sobre el riesgo que conlleva ese proceso.

Uno de los muchachos bajó primero al estanque y presentó síntomas de dolor de cabeza, mareos y pérdida del conocimiento, ante la falta del aire, por lo que el propietario de la casa trató de auxiliarlo, pero también se desplomó en el acto.

Posteriormente se sumaron al rescate otros y a los minutos también quedaban flotando sin conocimiento a causa del monóxido que emanaba el motor al interior de ese espacio cerrado.

Alrededor de las 11:30 de la mañana, la terrible noticia se extendió en toda la colonia y mientras unos vecinos llamaban al Sistema de Emergencia Nacional 911, otros se trasladaron a la vivienda para sacar a Aguilar Santos y a Centeno Rodríguez con vida.

Los sobrevivientes con problemas respiratorios fueron trasladados en una ambulancia del Cuerpo de Bomberos hasta el Hospital Escuela, donde hasta la tarde de ayer se encontraban en recuperación con pronósticos estables.

Con respiración artificial se aferra a la vida envenenado con monóxido
El fatal percance se registró cuando el propietario de esta casa y un grupo de amigos limpiaba una cisterna de siete metros.

Un equipo de Cuerpo de Bomberos con apoyo de elementos de la Policía Nacional, que llegó después, sacó a los cadáveres en medio del llanto y dolor de la familia doliente.

El portavoz del Cuerpo de Bomberos, Óscar Triminio, informó que ese tipo de muertes se han vuelto comunes a nivel nacional con obreros sin experiencia en labores de limpieza y pintado de cisternas.

Personal forense y fiscales del Ministerio Público procedieron al levantamiento cadavérico de los infortunados muchachos, un proceso que se prolongó hasta las 4:00 de la tarde, mientras afuera de la casa varios pobladores se oponían a que llevaran los cuerpos a la morgue. Finalmente, los restos mortales fueron llevados al Departamento de Ciencias Forenses para realizar la autopsia correspondiente.

“Yo traté de sacarlos pero no se pudo”, relató Manuel Cortés, uno de los pobladores de la aldea de Suyapa luego del fatal percance. “Estaban sacando el agua con una bomba, pero el monóxido de carbono se metió y todos murieron en el intento de rescatarse entre sí”, dijo Cortés.

DATOS
El monóxido de carbono es un gas sin olor ni color pero muy peligroso. Puede causar súbitamente una enfermedad y la muerte. Se encuentra en el humo de la combustión, como lo es el expulsado por automóviles y camiones, candelabros, estufas, fogones de gas y sistemas de calefacción.

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