¿INCAPACIDAD?

ZV
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15 de agosto de 2020
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12:51 am
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¿INCAPACIDAD?

EL CONTAGIO Y LAS ALARMAS

NO estamos enterados y realmente poco importa saber cuáles sean los protocolos que siguen o las disposiciones que cumplen en el Instituto Hondureño de Seguridad Social para extender incapacidades. Esta es una crisis sanitaria. No es cualquier circunstancia común que atraviesa el país, ni se trata del contagio de una gripe o de un catarro. Este virus mata. Cada paciente pegado responde de manera diferente. Hay condiciones físicas preexistentes que pueden agravar al enfermo. Unos padecen de síntomas que les avisan a tiempo y otros sobrellevan el calvario asintomáticos. Algunos se tardan demasiado en acudir a los triajes o a los centros asistenciales, ya cuando la ciencia médica, a la altura tardía de la afección, no pueda salvarles la vida. Solo los milagros divinos. Hay quienes se recuperan sin secuelas del padecimiento, mientras otros quedan sufriendo lesiones. Lo que denominan daños colaterales. No hay un espacio cronometrado para determinar el tiempo de recuperación de un paciente. Si ya se encuentra fuera de peligro y si el organismo ha producido los anticuerpos esperados.

De ser ciertas las denuncias sobre la forma irregular como el IHSS da licencia de incapacidad a los pacientes contagiados de coronavirus, estamos ante un escandaloso caso de indolencia. Enfermeras, policías, trabajadores del sector privado y público, con cierto temor han denunciado a reporteros de este rotativo que no les permitieron continuar reposando en sus hogares, tomando sus medicamentos, bajo el pretexto que el IHSS no puede darles más días de incapacidad. Pese a pruebas clínicas fehacientes que los pacientes continúan enfermos. Sin haberse restablecido del todo después que los remitieron a descansar a sus viviendas. La atención médica indicada no consiste en recetar un medicamento y enviar al doliente a descansar, sino dar la incapacidad por el tiempo que sea necesario hasta que ya se haya curado completamente. El presidente de la Asociación Nacional de Enfermeros y Enfermeras Auxiliares de Honduras, ANEEAH, se lamentó que pese a presentar el reclamo formal a las autoridades del IHSS, no recibieron respuesta. Eso, quedarse mudos sin responder, ya no digamos hacerse los desentendidos en vez de esmerarse en resolver el asunto que puntualmente se les plantea, es otra de las tácticas acostumbradas. Sobre dos notas de denuncia publicadas en este rotativo, no hubo forma de obtener reacción de autoridad alguna.

Quisimos indagar si las cúpulas empresariales, bien el COHEP o la Cámara de Comercio de Tegucigalpa, fueron portadoras del reclamo ante la SINAGER, o las autoridades de Salud, o las del Seguro Social, ya que muchos de los afectados son trabajadores de la empresa privada. Silencio. Quizás alguna gestión de parte de la Asociación de Empleados Públicos, o de alguna otra asociación gremial. Tampoco. El máximo de días de incapacidad que extiende el IHSS –explica el presidente de la ANEEAH– es de 21 días. Se haya recuperado o no el paciente. ¿Tendrán conciencia alguna de lo que puede suceder de no dar licencia a un enfermo con sus defensas bajas, en convalecencia, sufriendo los males de la enfermedad, con riesgo de una recaída? Más complicada la cuestión porque solo las incapacidades del IHSS le sirven al trabajador. Es un rosario de trámites que exigen para certificar una excusa médica extendida en otro centro asistencial. ¿Hasta dónde puede llegar la incapacidad, no nos referimos a la que le dan al empleado incapacitado para que no asista a trabajar, sino a la incompetencia de esas instituciones en resolver un problema?

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