Debido a los numerosos problemas que hemos vivido todos con la pandemia del Covid-19, el mundo del deporte también ha enfrentado muchos desajustes, cancelaciones y cambios de sede. Es de aplaudir la forma en que se comportó la directiva de la Champions League, inclusive el haber escogido a Portugal para los juegos de cuartos de final, las semifinales y la gran final.
A final de cuentas en las semifinales tenemos a dos equipos alemanes y a dos equipos franceses. Y por primera vez en muchos años de la Champions en la etapa de semifinales no hay escuadras inglesas, españolas o italianas.
Ojalá que la paliza que sufrió el Barca sirva de lección a los jugadores, al cuerpo de entrenadores y a los miembros de la junta directiva, que tienen que cambiar su modo de proceder y poner un alto a las peleas internas que se sabe que por años están llevándose a cabo. El historial del equipo durante casi un siglo ha sido sensacional y hay que borrar la mala imagen que les dejó la aplanadora del Bayern, cuyos jugadores brillaron en la cancha mientras que los del Barcelona estaban totalmente borrados del engramado.
Ayer el París St.Germain venció al Leipzig y ya llegaron a la gran final. Hoy se jugará el partido entre el Bayern Munich y el Lyon. El que gane jugará en la final con el París St. Germain
