Placas, identidades. ¿Eficaces?

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28 de agosto de 2020
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12:15 am
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Placas, identidades. ¿Eficaces?

Infraestructura resiliente ante desastres

Por: Álvaro Sarmiento
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Aunque las comparaciones son odiosas muchas veces son bastante útiles. Me llama la atención la complejidad de las regulaciones que se tienen en Honduras, para circular, muchas veces parece que la combinación de criterios requiere un manual para interpretar quién puede circular libremente. Todos tenemos la experiencia en casa o en la escuela, que las reglas son más fáciles de aplicar, si son generales, sencillas y no llaman a interpretaciones de abogados o de ingenieros en la NASA.

Al comienzo de la pandemia, el presidente de Guatemala, salió en cadena nacional, un error que ha tratado de dejar de cometer, asignando días de confinamiento y de compras para abastecerse en el comercio. Por supuesto provocó el efecto contrario a lo que buscaba, esos días y en horarios muy limitados, los consumidores nos concentramos en mercados y supermercados, imposibilitando el distanciamiento social.

Después números de placas impares 3 días a la semana y otros similares los pares, el domingo, toque de queda completo. Resultado, es que personas que jamás imaginaron ir con otras en el mismo vehículo, lo hicieron, esto provocó que los trayectos de varias horas en el mismo vehículo se convirtieran potencialmente en una fuente de contagio mayor.

Con la mejor intención del mundo, el gobierno provocaba efectos totalmente perversos. Seguramente privilegiando el sentido común, desde hace ya varias semanas, la única limitación de circulación relevante es el horario de 9:00 pm a 4:00 am para los simples mortales. El comercio de bienes y servicios ha extendido sus horarios, lo que implica menos filas y menos personas dentro de los negocios, mejorando el distanciamiento social así como los controles en las entradas, para medir temperatura e higienizar las manos con alcohol.

Poco a poco los grandes centros comerciales y restaurantes están abriendo con mucho cuidado y tratando de cumplir estrictas medidas de bioseguridad, porque les conviene, para convencer a los consumidores que es menos riesgoso regresar.

Las cosas nunca serán iguales, muchos hemos probado comprar y vender por plataformas electrónicas, y funciona sin necesidad de perder horas en el tráfico. La inmensa mayoría que hacemos teletrabajo, creo que preferimos despachar las reuniones desde ZOOM, TEAMS, etc., que perder una mañana entera en una reunión de una hora desde el otro lado de la ciudad.

El mapa de semáforos COVID en Guatemala, hoy día pintado en su mayoría de rojo, trata de objetivar el problema por número de infectados y fallecidos, pinta cada municipio de acuerdo a la realidad de los datos y no lo que se le ocurre a otro mortal como usted o yo. Es imperfecto pero predecible.

Ya pocos esperan el imaginario aplanamiento de la curva, algo muy poco realista o más bien poco sostenible, si no vea los números de rebrote en España. En Guatemala, la gran tendencia sostenida en tres meses, que las fatalidades están disminuyendo y la ocupación hospitalaria COVID también, aunque se estima un repunte marginal a mediados de septiembre.

Lo más importante es regresar la libertad y responsabilidad a cada persona, al menos mayor de edad, para cuidarse, no parece lógico seguir encerrando a 100 responsables, por un par de irresponsables que usan el tapabocas de corbata. Tratar de privilegiar al sentido común y ver a los países vecinos, y si sus medidas han impactado positiva o negativamente en el resultado de infectados graves y fatalidades, el resto de números termina siendo un distractor.

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