El CNA, mostró irregularidades en cuanto a la compra de los componentes del tratamiento “Maíz” adquirido por Invest-H versus el fideicomiso de un banco nacional.
El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), a través de la Unidad de Investigación, Análisis y Seguimiento de Casos (UIASC), expone a la ciudadanía la novena parte de los informes denominados: «La corrupción en tiempos del COVID-19».
En esta ocasión, denominaron esa línea de investigación como “tratamiento médico compuesto de corrupción”, donde se pone en evidencia la trama mediante la cual las autoridades estatales implementaron el uso del tratamiento Maíz, denominado así por sus componentes: M: Microdacyn; A: Azitromicina; I: Ivermectina y Z: Zinc.
En este punto, destaca en su informe el CNA, que ha sido el foco de atención en la actualidad, debido a que por medio de la Secretaría de Estado en los Despachos de Salud (Sesal), se ha propuesto y aprobado el uso de este tratamiento objeto de investigación, destinado para la prevención y atención de pacientes positivos de COVID-19.
Como ya se explicó con anterioridad, cada uno de los cuatro fármacos posee su respectiva posología y su uso en conjunto pretende evitar que las personas contraigan esta nueva enfermedad; en caso de ser diagnosticada con la misma, el tratamiento estaría ayudando a bajar la carga viral del paciente, logrando así su «pronta recuperación».
“Desde otra perspectiva, y de acuerdo con la información recibida dentro de la plataforma de denuncias del CNA, el medicamento Maíz estaría siendo adquirido y distribuido de manera masiva por diferentes instituciones gubernamentales, bajo la implementación de procedimientos dudosos y sin prueba científica sustentable, que permita poder ser considerado como un medio de alivio a la salud, seguro y efectivo.
Simultáneamente, en la denuncia ciudadana se indicó la aparente sobrevaloración en algunos compuestos de este polémico tratamiento”, se plasma en el informe.
Por lo tanto, concluyen que “el Estado de Honduras, a través de la Sesal, Invest-H y Copeco, han adquirido y distribuido a nivel nacional el tratamiento denominado Maíz, el cual no es recomendado para prevenir y combatir el COVID-19, tal y como se logró demostrar con opiniones técnicas de personal médico calificado y organizaciones internacionales”.
Asimismo, el consejo anticorrupción identificó que “estas compras por parte de Invest-H y Copeco fueron adjudicadas a un grupo reducido de sociedades mercantiles de manera masiva, encontrándosele a una de estas empresas, antecedentes ligados a actos de corrupción, misma que también había sido denunciada por el CNA en el año 2018. Situación que pone en evidencia que el Estado de Honduras no corrobora ni estudia los precedentes de las sociedades mercantiles a las que les compra”.
INVEST VERSUS FIDEICOMISO
De igual forma, son del criterio que con base al análisis financiero y al estudio investigativo de las compras del medicamento de Ivermectina por parte de Invest-H, en comparación con la adquisición que hizo el fideicomiso de Sesal con el Banco de Occidente, una diferencia por un monto total de un millón ochocientos treinta y ocho mil setecientos lempiras (L 1,838,700.00), cantidad equivalente al 60 por ciento del valor total pagado por Invest-H.
“En cuanto a la compra de este mismo medicamento de Ivermectina efectuada por parte de Copeco, en comparación con el fideicomiso del Banco de Occidente con la Sesal, se determinó que una clara diferencia por un total de novecientos setenta mil dos lempiras (L 970,002.00); monto que equivale al 55 por ciento del valor total pagado por Copeco”, continúan dando a conocer en ese informe.
En relación con las compras antes mencionadas y como resultado de este análisis comparativo de precios, el CNA pudo identificar una clara diferencia por una cifra total de dos millones ochocientos ocho mil setecientos dos lempiras (L 2,808,702.00), valoración que equivale al 58 por ciento del monto total pagado por Invest-H y Copeco, en la compra de la Ivermectina. (XM)
