ZEDE Perspectiva desde derechos humanos
(All lives matter)
Ángela Marieta Sosa
Especialista en Derechos Humanos
El vicepresidente de los Estados Unidos de América, Mike Pence, respondió a su entrevistador John Dickerson. «John, realmente creo que todas las vidas importan. Y ahí es donde se encuentra el corazón del pueblo estadounidense».
“Todas las vidas importan”, qué oportuno, en el momento histórico en que nos encontramos, que nos recuerden que la humanidad trasciende de un plano individual y/o grupal a uno inclusivo de todos y todas, en donde el “todo importa”, implica comprender las causas que llevan a la actuación del ser humano, y en función de ello fortalecer las debilidades que afectan el buen funcionamiento de la dinámica social y el sistema.
Importan los pensamientos y las acciones de personas de todas las razas existentes, de ideología de izquierda, derecha, centro, importan los que gobiernan y los que aportan al bienestar social desde una asociación civil o cualquier otro tipo de organización prosocial existente; y ese pensamiento inclusivo, debería ser la prima regente, en la concepción humana, ya que comprende una filosofía profunda de vida, cuyo mensaje trasciende la segmentación por vulnerabilidad a causa de la insatisfacción de los derechos humanos, e implica renacer desde la condición socioeconómica humana caracterizada y real, a través de la resiliencia individual y comunitaria, de la empatía, la tolerancia, el perdón, la solidaridad, la sororidad y el amor al prójimo.
La categorización y caracterización de las condiciones de las personas en situación de vulnerabilidad, muchas veces es necesaria, para fines estadísticos investigativos y de intervención diferenciada y asertiva dentro de un enfoque de seguridad humana, que podría abarcarnos a todos y todas, puesto que la vulnerabilidad es una condición transversal a la humanidad entera, con diferentes características, sí, pero finalmente humanos, frágiles ante la adversidad ocasionada por fuerza mayor o caso fortuito.
Estas categorizaciones de situación de vulnerabilidad de las personas, enmarcadas en la filosofía del “all lives matter” (todas las vidas importan), no deben ser el fundamento de la manipulación ideológica política, sino más bien, la justificación de la solución estructurada que los gobiernos deben aportar, y que cada ser humano desde su espacio debe implementar, sobre todo en aquellos problemas sociales que aquejan y deterioran actualmente a la humanidad.
Todas las vidas importan, es una expresión viva de una democracia fuerte, que practica el respeto por los derechos humanos, y construye sociedades en donde se puede disentir sin consecuencias nefastas, en donde todos y todas construimos un arcoíris de múltiples colores, que sumados evidencian la capacidad y la inteligencia del ser humano para convivir con sus semejantes. Asimismo esta expresión implica inclusión sin distinciones de ninguna naturaleza, progresividad de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, fortalecimiento de la capacidad de respuesta institucional y social, ante la contingencia humana.
Pero, sobre todo significa, transitar de un pensamiento social paternalista, conflictivo y confrontativo, a una postura de mediación y solución pacífica de las diferencias individuales y sociales gestadas por el desgaste de un sistema que muchas veces no tiene capacidad de respuesta ante la necesidad social planteada, es conveniente, en este sentido, hacer prevalecer el enfoque de corresponsabilidad social, que nos permita aportar soluciones a dificultades estructurales, que seguramente no serán de impacto inmediato, pero que, a mediano y largo plazo podrían erradicar el canibalismo ideológico, y por ende asegurar un ambiente lleno de paz y desarrollo sostenible para nuestras generaciones futuras.
En la actualidad, la globalización y el acceso a todo tipo de información, nos brinda un panorama socio económico y político muy amplio, que nos permite darnos cuenta sobre cómo afectan las decisiones de gobiernos de otros países, al país en el cual radicamos, eso debería condicionar nuestro pensamiento a toma de decisiones más inclusivas que deben buscar la integración de la humanidad, y tomar en cuenta la segmentación, segregación y categorización estadística solo para fines de cooperación y construcción de soluciones.
Finalmente importamos todos y todas, y esto incluye no solo a las personas, también, sus países, sus culturas, costumbres, regionalismos y formas de concepción de la vida, y estas características no pueden ser valoradas de la forma correcta, sino pasan por el filtro de la tolerancia, la complementariedad, la corresponsabilidad, para alcanzar una multiculturalidad armoniosa que construya la paz social.
