Desencajados

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5 de septiembre de 2020
/
12:19 am
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Desencajados

Por: Julio Raudales

La noticia de la semana es que el Banco Central de Honduras ordenó al sistema bancario nacional, reducir en tres puntos el porcentaje de “Encaje Legal” de los depósitos de sus ahorrantes. El propósito de la medida es colocar una mayor liquidez en el mercado para proveer recursos, sobre todo a los microempresarios.

La medida suena oportuna. Las empresas, pequeñas y grandes, están sin plata. El confinamiento provocó perjuicios letales contra la mayoría de los emprendedores, quienes, al verse obligados a cerrar sus negocios por prolongados 100 días, no tuvieron chance de “reinventarse”, de ajustarse a la cruenta realidad y en su mayoría cayeron en su desprotegida bancarrota y enviaron a sus empleados y a ellos mismos al mercado informal del trabajo.

Así que, el anuncio pondrá en el mercado financiero unos 9 mil millones de lempiras para que, quienes así lo requieran, se apersonen al banco, cooperativa o intermediario financiero de su preferencia y solicitar un crédito para reactivar su negocio. La pregunta es ¿resuelve esto el problema?

Antes de continuar, quisiera recordar a mis lectores qué es eso del encaje legal: Técnicamente se le llama Coeficiente de Caja o Coeficiente Legal de Reservas. Sirve fundamentalmente como mecanismo de absorción monetaria, pero también como instrumento de protección bancaria.

Me explico: los bancos privados, como intermediarios financieros, tienen la virtud de “multiplicar el dinero”. ¿Por qué? Pues porque cuando usted deposita mil lempiras en su cuenta de ahorros, el banco no los guarda en sus bóvedas, sino que se los presta a alguien que requiere crédito para, por ejemplo, poner un negocio. Ya ve usted entonces, que su depósito de mil y el préstamo que el banco le hizo al empresario por la misma cantidad, suman ya no mil, sino 2 mil, puesto que el empresario que sacó el préstamo y usted que confía en que el banco le guarda su dinero tienen cada uno mil lempiras.

Pero ¿qué pasaría si el banco, por prestar toda la plata que le depositan, se queda sin fondos y a usted se le ocurre hacer un retiro de su cuenta? Seguramente entraría en pánico y perdería la confianza. Por eso existe el encaje legal, para que esa confianza de los depositantes no se pierda nunca.

El Banco Central usa el encaje también, como mecanismo de contracción monetaria. Si los bancos hacen que el dinero se multiplique, existe el peligro de que los precios suban y este sí que es un problema grave, de los más graves que tiene la economía: la inflación. Así que los bancos contienen la multiplicación del dinero y con ello merma la presión inflacionaria a través del encaje y otros mecanismos de absorción de dinero.

Pues como dije antes, los 9 mil millones de lempiras que se liberarán debido a la reducción del encaje, quedarán a disposición de quien quiera sacar un préstamo. ¿Reactivará esto a la debilitada actividad económica? A mi juicio no.

Digo que no en primer lugar, porque la banca trabaja con dinero ajeno. Debe cuidar ese dinero. Por andarlo prestando a tientas y a locas, puede caer en insolvencia y esto generaría un problema peor: que quienes sacan préstamos no puedan cumplir y que la banca no pueda responder a los ahorrantes. Ya ha pasado en otros países e incluso aquí en el nuestro y ha sido catastrófico. Por ello, las regulaciones al crédito en Honduras son muy estrictas y es difícil que dejen de serlo.

La segunda razón es que los mercados hondureños son en su mayoría informales y tanto a los empresarios, como a los trabajadores de estos mercados, les cuesta mucho ir a la banca. Son estas personas las que tienen los mayores problemas y al reducir el encaje bancario no se les está ayudando en nada. Hay que concentrar el apoyo oficial en ellos o cualquier cosa que se haga será inútil.

Por último, los estudios que el mismo Banco Central ha realizado a lo largo del tiempo, señalan que la tasa de interés, o costo del dinero, no responde de forma tan eficaz a la cantidad de dinero que haya en la economía; es decir, el mercado de dinero en Honduras es sumamente imperfecto, así que aunque los microempresarios tengan acceso al crédito, sus costos serán muy elevados aun.

Debemos explorar algunos mecanismos de orden fiscal que combinados con la medida tomada por el BCH, quizás esto ayude un poco.

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