Esquina del reportero: Rumbo al Bicentenario ¿de qué?

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11 de septiembre de 2020
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12:35 am
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Esquina del reportero: Rumbo al Bicentenario ¿de qué?

Por: Luis Alonso Gómez Oyuela

Han trascurrido 199 años desde que se proclamó la independencia de Centro América. Vamos rumbo al Bicentenario, pero la pregunta del pueblo es la misma: a qué independencia nos referimos y qué vamos a celebrar. Continuamos siendo esclavos del colonialismo y los designios que imponen los organismos internacionales.

La mayoría de los países del continente ya celebraron el Bicentenario de la Independencia. Centro América se prepara para este acontecimiento histórico. No pretendo adelantarme a los análisis que reconocidas figuras intelectuales harán sobre este acontecimiento en la víspera de los 199 años de supuesta independencia. Sin embargo, es preciso recordar, que los primeros gritos de independencia en contra del colonialismo español, surgen en principio por causas internacionales, una de ellas la revolución francesa en 1789 que pronto se reflejaría en otros países del continente.

En América comenzaron los brotes de insurrección, con Jorge Washington, líder de la revolución norteamericana, el 4 de julio de 1776, basada en principios como los derechos del hombre y la soberanía del pueblo, declara la independencia. “Este acontecimiento, como decía José Cecilio del Valle, derramó luces sobre la América y contribuyó a la preparación de su propia independencia”. En 1810 en México, dio inicio el movimiento independentista encabezado por el cura Miguel de Hidalgo y José María Morelos, contribuyendo al surgimiento de las luchas sociales en el reino de Guatemala.

Los tres siglos de dominación española dejaron grandes huellas de miseria, de ignorancia y de atraso material y científico, por las leyes que regían a las “Indias Occidentales”, solo exigían deberes que constituían una explotación desmedida del nativo en su trabajo y en sus bienes. Hubo aplicación de leyes inquisitoriales que crearon lo que podríamos llamar resentimientos sociales. El nativo obedecía por temor; trabajaba obligado con una remuneración condicionada a los intereses del patrón. Se le negaba la educación y todo derecho a intervenir en el gobierno y la hacienda pública.

Los brotes de independencia en América Latina surgieron simultáneamente. Decía Eduardo Galeano, “hace 200 años los países de América Latina comenzamos a soñarnos independientes, hasta entonces ni siquiera éramos países; éramos una colonia de los reinos de España y obedecíamos a un rey que vivía muy lejos al otro lado del mar. Mientras en Europa comenzaba a tomar forma la idea de que la monarquía absoluta, era la única y mejor forma de gobierno, lo mismo estaba pasando en América Latina, iban creciendo las semillas de la revolución. Semillas revolucionarias que germinaron al mismo tiempo en toda América y surgieron hombres como Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Mariano Moreno, Bernardo O’Higgins, José María Morelos y José de San Martin, hombres que lucharon por la creación de nuevas soberanías nacionales con un gobierno representativo.

Pocos años después de estas revoluciones de 1810 varios de estos países después de declararse independientes, surgieron nuevas ideas y corrientes filosóficas. En Latinoamérica surgen las identidades nacionales con emblemas, escudos y símbolos; compusimos himnos y marchas para resaltar la soberanía y el juramento de defenderla con nuestra vida. La mayoría de los himnos latinoamericanos tienen un contexto bélico que exalta el honor. La idea de morir por la patria es recurrente en todos los himnos de América Latina; otro aspecto es el de soberanía, esto en lo económico nunca se alcanzó.

Para el escritor uruguayo Eduardo Galeano, “las independencias nacieron junto con la deuda externa, fueron hermanas siamesas; la deuda externa e independencia, o sea, que nacimos ahorcados, muchos de los próceres que nos fundaron, también nos fundieron y de paso nos hipotecaron de por vida con la banca británica”.

Pero que de nuestra independencia próxima a los 200 años, cuáles son los logros hasta hoy. Honduras continúa sumida en la corrupción y la impunidad con gobiernos autoritarios. Los pobres, igual que los nativos de hace dos centurias, continúan doblando la cerviz por un bocado de comida, con salarios injustos, con un sistema de justicia que no le alcanza, por el contrario, son las víctimas de un sistema estilo colonialista.

Finalmente, el 15 de septiembre de 1821, bajo las presiones sociales existentes, fue declarada la independencia de las cinco provincias de Centro América. A partir de entonces han transcurrido 199 años y todavía esperamos ser libres, soberanos e independientes.

Los hondureños no tenemos nada que celebrar. Continuamos dependiendo de los organismos internacionales que nos dictan las pautas a seguir, porque como lo afirmó Eduardo Galeano en su momento, nuestros fundadores, nos fundieron de por vida.

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