El quinto poder

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14 de septiembre de 2020
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12:06 am
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El quinto poder

Por: PG. Nieto
Asesor y Profesor CISI.

Desde Aristóteles, pasando por John Locke, hasta llegar a Montesquieu que le diera la estructura actual, la democracia se sustenta en tres poderes con características diferenciadas: ejecutivo, legislativo y judicial. Pero en Honduras somos diferentes. Políticos fracasados de la oposición sostienen que nuestra democracia tiene un cuarto poder constitucional, las Fuerzas Armadas. Superior, fiscalizador de los tres anteriores, dotado de legalidad y legitimidad para derrocar al Ejecutivo y entregarle la banda presidencial al prócer nefelibata.

En este chiquero de mediocridad y subnormalidad política, el JEMAC, general Moreno Coello, fue entrevistado en televisión para exponer el trabajo de las FFAA en beneficio de Honduras en tiempos de pandemia. Aprovechando que el general posicionaba a la Institución en el respeto a la Constitución y el estado de Derecho, el presentador -cuestionándole- preguntó por sus responsabilidades en “la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia de la República” del art.272. La pregunta no fue correcta, no se pueden descontextualizar esas responsabilidades de las restantes establecidas constitucionalmente, incluso en ese artículo, por ejemplo, que las Fuerzas Armadas “se instituyen para mantener la paz”. No para dar golpes de Estado.

El art.4 constitucional determina que “el gobierno se ejerce por tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, sin relaciones de subordinación”. No existe en la Constitución un cuarto poder supremo. Las FFAA están supeditadas a ellos en el marco de sus competencias y responsabilidades. El JEMAC fue expeditivo: “A quien debe preguntarle por sus responsabilidades es al TSE que inscribió a los candidatos de cada partido; a los propios partidos que se presentaron al proceso avalándolo, si era ilegal debieron retirarse y denunciarlo; debe preguntar a los observadores internacionales que refrendaron los resultados; finalmente a la comunidad internacional que reconoció al vencedor. Después de todo eso ¿qué supone que deben hacer las Fuerzas Armadas? No hubo respuesta, el periodista cambio de tercio.

Conocemos la respuesta a la pregunta del general, incluso al cuestionamiento malicioso del periodista, la dio oficialmente la jefa de la Misión de Observación Electoral (MOE), Marisa Matías, lideresa de un partido europeo de ideología ¡comunista!, cuando los próceres perdedores le reclamaron por la supuesta ilegalidad constitucional: “No procede plantear ese tipo de reclamaciones después de conocidos los resultados, porque ustedes avalaron y respaldaron el proceso al participar libremente”. Mantener la victimización permite a los timadores de feria no tener que asumir responsabilidades ante sus seguidores por incompetentes y fracasados.

El salvador de Honduras repite el discurso que utilizo en la anterior campaña como candidato de la izquierda chavista: “Los nacionalistas ya están preparando el fraude con 1.740.000 identidades falsas”. Olvida las declaraciones que diera su exjefe Manuel Zelaya: “Perdimos las elecciones por el voto rural y la inestabilidad emocional de Nasralla”. Aplastado por su ego, recientemente dijo a los periodistas: “Ustedes están entrevistando al próximo presidente de la Republica”. ¡Que honor! Impunemente insulta a los diputados del Congreso Nacional llamándoles “maricones y mariconas” (varias veces) a cuenta de la nueva Ley Electoral, amenazando con tomarse las mesas si no equiparan su nuevo partido con los tres mayoritarios. “El 90% de la gente me apoya porque nueve de cada diez personas con las que me cruzo me saludan y llaman presidente”. ¡Guau! Las patologías son evidentes.

El cuarto poder son los medios de comunicación, prensa, radio y televisión, generadores de estados de opinión para la toma de decisiones. Empresas privadas que apoyando una línea editorial buscan beneficios para sus inversores. En “Esclavos de la tecnología”, articulo del 20.07.2020, escribía: “El genuino poder no lo tienen los políticos, militares… sino los bancos, empresarios y corporaciones. En la economía, en el dinero, reside el poder”.

“El quinto poder”, película del 2013, aborda el nacimiento de Wikileaks, organización creada por Julián Assange para publicar en su web documentación secreta de interés público protegiendo las fuentes. Internet permitió que las redes sociales se hayan convertido en el quinto poder, con capacidad para desestabilizar los otros cuatro por impunidad y anonimato, diseminación y contagio. Un canal mundial de comunicaciones por donde navega simultáneamente ciencia y dogmatismo, verdades y mentiras, virtud y vileza, sin restricciones. Aguas contaminadas dolosamente, porque si las empresas implementasen cortafuegos en sus aplicaciones informáticas perderían el lucrativo negocio. Redes sociales convertidas en redes fecales cuya depuración pasa por aplicar el pensamiento crítico.

“Es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados”.

-Mark Twain-

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