De tal palo tal astilla
La corriente artística que analizaremos hoy es popularmente conocida por su nombre en francés: “Art Nouveau” sin embargo en España se le conoce como “Modernismo”. No importando como se le llame, sus características son inconfundibles. Este estilo, que tuvo lugar entre los siglos XIX y XX, se convirtió en una corriente artística y cultural que buscó romper con las tendencias dominantes del momento, modernizando el arte y la cultura urbana con un fuerte sentido decorativo, la idea es que se sintiera en todas las creaciones un aire de juventud y libertad, valorando lo artesanal sin renunciar a los avances industriales, enfrascándose en una búsqueda de democratizar la belleza y socializar el arte; para eso se potenció la idea de que hasta los objetos mas cotidianos deben tener un valor estético además de ser accesibles a toda la población. Con la filosofía anterior, comienzan a hacerse visibles todo tipo de objetos útiles (pequeños y grandes) decorados bellamente con este estilo: kioscos, vajillas, estaciones de metro, faroles e incluso papeleras y urinarios.
Para describir este estilo tendríamos que decir que hay una evidente inspiración las formas orgánicas, normalmente hay enredaderas o gajos de cabellos que se entrelazan entre si con la intención de adornar la figura o foco central de la obra; la línea recta no interesa, se prefieren las curvas y la asimetría en una búsqueda por complacer los sentidos, de hecho a este estilo se le ha denominado como uno de los mas sensuales que ha existido y muchas obras incluyen elementos eróticos en ellas, además se relaciona con algo “nuevo y moderno” pues, como suele suceder con toda corriente artística incipiente, rompía con los parámetros del arte convencional de su época. Para poder identificar a una obra de este estilo, tendríamos que observar en ella en términos generales las siguientes características:
-Inspiración en la naturaleza y uso profuso de elementos de origen natural, pero con preferencia en los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico.
-Uso de la línea curva en formas delicadas y gráciles, con un aprovechamiento generoso de las ondas y los drapeados o pliegues de las vestimentas.
-Actitud tendiente a la complacencia de los sentidos, hasta llegar a la sensualidad.
-Libertad en el uso de motivos exóticos, sean estos de pura fantasía o con inspiración en distintas culturas, como por ejemplo el uso de estampas japonesas.
Aplicación envolvente del motivo principal de la obra; el elemento destacado de tipo orgánico envuelve, es envuelto o incluso se une con los otros protagonistas de la composición.
Este tipo de arte fue el precursor de otra corriente muy conocida como ser el “Art Decó”, ya que tiene muchas similitudes, aunque son claramente diferenciables.
Esta corriente fue en realidad una revolución que afecto a las artes plásticas, literatura y sobre todo a los estilos arquitectónicos de la época en que surgió.
Un dato para mi muy curioso es que la famosísima obra “El Beso” de Gustav Klimt, lo catalogan como una obra de este estilo, la verdad es que muchas otras obras de él, las puedo visualizar como Art Nouveau, pero la anterior me cuesta un poco. Ahora bien, si hablamos de la obra de Alfons Mucha, no hay duda que es de este estilo, de hecho, se le considera como el padre de esta corriente.
Personalmente disfruto muchísimo este tipo de trabajos; entiendo que para muchos, son obras muy saturadas por el exceso de adornos ¡A un minimalista le daría un ataque cardíaco viviendo en una casa decorada con este estilo! Pero es lo bello del arte; que para gustos, colores (y estilos también).
