¿Y si todos fueran Alfredo Rivera?

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19 de septiembre de 2020
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12:02 am
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¿Y si todos fueran Alfredo Rivera?

EEH ODS ENEE CREE y demás juntas e inventos del sector energético

Por: David Salomón Amador

El 25 de agosto del presente año, un hondureño, el señor Alfredo Rivera, llega a ocupar el puesto de presidente de Coca Cola Norteamérica, y ha causado un gran impacto en las redes sociales, medios de comunicación hondureños, han dedicado espacios para reseñar la excelente carrera del ejecutivo hondureño por más de 23 años dentro de la corporación americana y con alcance mundial, definitivamente nos debe llenar de alegría ver cómo alguien que nació en la tierra de Francisco Morazán, haya llegado a esas instancias. Excelente y buen porvenir para la corporación americana.

Al ver y leer muchas cosas acerca de Alfredo Rivera, me quedé pensando cuál habrá sido la fórmula y por qué él lo logró, y arriesgaría que un excelente amigo mío, ingeniero Jorge Manuel Zelaya lo pudiera entrevistar, donde hay cosas que son básicas para este tipo de cosas, educación en la familia, ejemplo de trabajo honrado y con alta dosis de decencia y profesionalismo, enfoque de trabajo arduo, persistir en hacer las cosas, tratar y tratar hasta lograrlo, son cosas que asumo que él pudiera mencionar y lógicamente, algo imprescindible, educación; sin educación nadie logra alcanzar esas metas, quizás unos dirán, pues sí porque sacó su título y maestría en una universidad de Mississippi y luego otras certificaciones en Harvard, entonces podría ser de una élite, pero seguramente esas cosas sucedieron porque sus padres visualizaron a su hijo en un estado diferente, es lo que todo padre y madre procura, buscar formas de que la vida de los hijos sea mejor que la de los padres, a veces dejamos ir pensamientos en base a emoción, no en base a pensamiento racional. Muchos hondureños hoy, por circunstancias de la vida viven fuera del país por una u otra razón; unos quizás en posiciones de privilegio, porque la educación les permitió escalar en sus niveles de vida, pero hay otros que tuvieron que emigrar por las razones que todos sabemos y son quienes también deben ser reconocidos, vivir fuera de su país no es fácil, independientemente de la condición o estatus migratorio, es vivir en sociedades donde el color de piel se nota, donde el acento se nota, donde las costumbres se notan, vivir y superar las barreras del idioma, clima, sociedad, costumbres, nos llevan a enfrentar la vida de manera diferente, lo digo por experiencia propia, hay un sinnúmero de hondureños que han logrado vivir más de una década fuera y no tienen posiciones de privilegio, pero saben que lograron su meta, vivir mejor, aun en medio de circunstancias difíciles y complejas, hoy pueden disfrutar y enfrentar la vida en otro lugar, viendo cómo sus hijos tendrán un mejor futuro.

Este día he visto cómo el actual Presidente se tomó el tiempo para ir a la inauguración de una posta policial en Siguatepeque, y me pregunté, jamás este señor se ha tomado el tiempo para ir a inaugurar una escuela, o ni siquiera ha logrado llevar 200 medios de comunicación para inaugurar una biblioteca o una escuela para los niños, y se llena la boca con que tenemos seguridad y que combatimos la droga, pues seguimos siendo un país de muertes diarias, sumadas a las del covid-19, y sigue creyendo que eso es lo prioritario, pues no, déjenme decirles que no, la prioridad para que este país salga adelante es lo que Alfredo Rivera hizo, se educó y lo hizo bien, a tal punto de lograr con éxito y con honor una posición que muchos americanos quisieran, así como lo ha hecho Dante Mossi en el BCIE, pasando por el Banco Mundial; así como lo ha hecho Ana Zacapa, presidente en Root Capital; como lo ha hecho sir Salvador Moncada, honorable caballero en Europa; y la lista podría ser tan larga que nos sorprenderíamos de muchos hondureños que han logrado sobrepasar las fronteras con arduo trabajo; y si hacemos una pausa para conocer esas historias, todas, todas, sin excepción tienen un común denominador, la educación, que es parte vital para el crecimiento personal en primera instancia y luego para aplicar esos conocimientos en una empresa o una posición gubernamental, y de esta manera ayudar al crecimiento de las empresas o gobiernos; desafortunadamente los funcionarios de gobierno al llegar pierden el norte de quiénes son y su actuar deja mucho que desear, prefiero mejor ser como don Alfredo Rivera, que logró escalar a una posición que todos deberíamos aspirar, ser mejores profesionales.

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