Calendas

MA
/
22 de septiembre de 2020
/
01:04 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Calendas

Código Verde necesitado de pagoHospitales móviles inmóviles

Armando Cerrato
Licenciado en Periodismo

Mario Hernán Ramírez, octogenario, radio- periodista, escritor, historiador nato, se encuentra más lúcido que nunca a pesar de no gozar de buena salud y de llevar una vida en penumbras, dedicado a escribir por interpósita mano una nueva serie de historias de personajes nacionales que él denomina calendas.

Mientras recopila e hilvana sus historias las va publicando sin egoísmo alguno en un medio masivo de enorme influencia nacional e internacional como lo es LA TRIBUNA digital, haciendo gala de un estilo literario muy puro y exquisito.

Mario Hernán, autodidacta por excelencia maneja una prosa donde se nota la clara influencia de Ramón Rosa y Juan Ramón Molina, personajes representantes del romanticismo hondureño.
Mario Hernán goza de una trayectoria espectacular en el diarismo hondureño y a pesar de los años su voz no se ha deteriorado como tampoco lo ha sido su militancia política en el Partido Liberal de Honduras, donde a través del tiempo ha participado en diversas comisiones junto a intelectuales de gran peso en la sociedad nacional.
Gremialista de primera, Mario Hernán ocupó cargos relevantes en la dirección de organismos que agrupan a hombres de prensa y otros intelectuales y en el campo laboral no solo ha trabajado en medios radiofónicos e impresos sino que también se desempeñó con éxito en las relaciones públicas de diversos organismos del Estado de Honduras.

Entre sus publicaciones literarias además de una recopilación de calendas, supongo que la que está preparando es Calendas 2; tiene también otra obra que se llama Gargantas de Oro, donde relata la vida profesional de locutores famosos por su voz, su dicción, su educación y su profesionalismo en el campo de la comunicación social.

Mario Hernán fue objeto recientemente de un homenaje que en vida, como debe ser le hizo el Congreso Nacional para premiar su brillante trayectoria profesional e intelectual.
En una de sus calendas más recientemente publicada por LA TRIBUNA digital, Mario Hernán se ocupó de destacar mi labor como humilde periodista, a punto, si Dios quiere de cumplir 50 años de ejercicio ininterrumpido en medios electrónicos e impresos nacionales e internacionales, alusión que agradezco mucho y recibo como un homenaje de un colega que como yo se crio en el populoso barrio Sipile y zonas aledañas como La Chibera y Las Crucitas, barrios de los cuales surgieron sólidos intelectuales del periodismo nacional.
Mario Hernán además de una pluma exquisita posee una memoria elefantina y conoce y recuerda perfectamente bien a personajes que han incidido en la vida y sociedad de Comayagüela y Tegucigalpa en los campos político, económico, cultural, intelectual, religioso y social en general.

Amante de la literatura romántica, Mario Hernán Ramírez es uno de los sobrevivientes de los denominados 13 locos del Guanacaste y con su empeño mantiene vivo, no solo el recuerdo sino la poesía y prosa de Juan Ramón Molina, logrando incluso la confección e instalación en el parque La Libertad de Comayagüela de una estatua del máximo exponente del romanticismo hondureño, solo comparable al gran Rubén Darío de Nicaragua.
Es casi seguro que por la mente de Mario Hernán Ramírez, cuando escribe sus calendas rondan roncos olifantes o la cola tornasol de la sirena pescada por un pescador sin fortuna en las entonces profundas aguas del río Grande y piensa también en la calavera del loco, obras del insigne y mal logrado escritor nacional.
Las calendas por definición eran el primer día de cada mes, teóricamente cuando ocurría la luna nueva o novilunio en un ciclo lunar. La palabra calendario en español procede de esta palabra.

Para mí es un orgullo ser una página en el calendario literario que muy románticamente y con un gran esfuerzo, no solo intelectual sino que físico, pues Mario Hernán al igual que yo está ciego, pero auxiliado por su fiel esposa Elsa, también periodista, aun desarrolla con mucha madurez su fino intelecto y aunque sabe que el desarrollo tecnológico de hoy en día está acabando con los impresos se empeña en aventurarse en producir uno más que ojalá tenga la aceptación del caso entre la intelectualidad nacional y de los que aun disfrutan de tener un libro en sus manos.

Mario Hernán como todos los periodistas que hemos ejercido la profesión con meticulosidad y ética a toda prueba, discurre su vida en una situación económica precaria pues la pandemia del COVID -19 que aún nos abate vino a cerrarle su fuente de ingresos principal, que era un programa de noticias y comentarios en Radio Comayagüela y hoy cuando más lo necesita subsiste con la pírrica pensión del INJUPEMP y el IHSS, entrada que casi en su totalidad invierte en medicamentos, pues ahora sufre de neuropatías y también de afecciones cardíacas.

Como buen liberal y sólido intelectual, Mario Hernán no da un paso atrás y sigue siempre adelante sumando, uniendo y venciendo, y hoy más que nunca su empeño literario es más sólido.

Más de Columnistas
Lo Más Visto