El polémico bono y Seguro Social

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23 de septiembre de 2020
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01:06 am
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El polémico bono y Seguro Social

Relevo generacional

Miguel Osmundo Mejía Erazo*

Uno de los temas polémicos en la actualidad es la decisión del Presidente Hernández de incluir dentro de la gran cantidad de bonos algunos retribuibles, como los de la producción agrícola, comercio informal, escolar, tercera edad, bono electrónico para meseras, etc., el bono pastoral y Seguro Social para los ministros religiosos de la tercera edad, en este caso pastores evangélicos. La Iglesia Católica fue clara por medio del Cardenal Óscar Andrés Rodríguez, quien manifestó: ¨nunca la Iglesia Católica va a pedir este tipo de cosas a ningún gobierno, porque la Iglesia trasciende todos los gobiernos, los líderes religiosos, la libertad de anunciar, denunciar y buscar el bien común. ¨Hay favores que después pasan factura¨. En cambio la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH) en un comunicado entre otras cosas dicen: ¨El gobierno aprobó un bono al adulto mayor que consiste en una transferencia mensual como recompensa de todos los años de arduo trabajo en la obra de Dios¨. Por su parte el pastor Alberto Solórzano justificó esta ayuda a los pastores, unos 2,300 de la tercera edad porque tampoco están afiliados al Seguro Social.

El ingreso al Seguro Social de los pastores evangélicos el Estado cubrirá el 70% patronal y el afiliado el 30%, algunas informaciones mencionan que el decreto a aprobar en el Congreso o el Ejecutivo, cada siervo de Dios recibirá la cantidad de L.10,000 (diez mil lempiras) mensuales. Los primeros en protestar son los 18,184 maestros jubilados que han cotizado de 30 a 40 años al Seguro Social y al jubilarse quitaron ese derecho con la complicidad del gobierno, autoridades del INPREMA y la acomodada Asociación de Maestros Jubilados que no saben exigir sus derechos. La CEH mencionó además que el gobierno entregará materiales de bioseguridad contra el coronavirus para proteger a los feligreses de las iglesias de todo el país; alguien dijo: ¨imagínense a Cristo recibiendo un subsidio de parte del César¨. Hay muchas opiniones en contra: la Red de Pastores y Líderes Evangélicos de Honduras (REPLIEH) se pronunciaron totalmente en contra del bono y regalías del gobierno, un pastor de las Iglesias Centroamericanas manifestó: ¨El liderazgo nacional de las iglesias no debe pedir ¨favores, o dádivas¨ para apoyar sus ministros de fe, aunque la intención es buena no se puede olvidar el dicho: ¨El camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones¨. “Cada iglesia local es responsable de sostener a sus siervos, esta es una responsabilidad y un privilegio que solo los creyentes pueden entender¨.

¨Así que si usted no es creyente y no contribuye financieramente con ninguna agrupación religiosa, no está en posición de señalar o ridiculizar a quienes sí lo hacemos. ¨La imagen de los pastores está devaluada en nuestro país debido a unos pocos que comercian con la fe de los incautos¨. Una verdad lo manifestado por este teólogo y pastor cuyo nombre omito, pero hay muchos siervos que piensan como él. Otras personas como el conocido empresario Pedro Varquero manifestó: ¨Ningún pastor evangélico con dignidad y conociendo tantas necesidades de nuestro país, recibirá este bono”. La denominación Asambleas de Dios en todo el país también ya rechazó este pedimento de la CEH. La Iglesia Evangélica ha sido la abanderada del laicismo del Estado, el poder de la Iglesia no viene de su cercanía con la clase gobernante, es más ese poder está fuera de este mundo, el poder transformador de Dios.

Hemos constatado en la realidad que hay muchos pastores y sacerdotes que viven en la pobreza y deberían contar con un plan de jubilación, cotizar al Seguro Social como otros trabajadores, eso debería hacer la CEH, no andar detrás del Presidente Hernández y su séquito. En los evangélicos especialmente, se dan los extremos, una minoría con sendas congregaciones, escuelas, colegios y universidades y caminan en carros blindados con guardaespaldas, mientras la mayoría vive modestamente predicando por las agrestes montañas de Honduras, como lo hizo Jesucristo, nunca cobró por llevar las buenas nuevas de salvación y sanar a los enfermos, hoy en día los ¨sanadores¨ le ponen precio en dólares a la enfermedad, no saben los cristianos incautos que el que sana es Dios y lo hace gratis. Quedamos muy satisfechos con la posición de la Iglesia Católica de Honduras, como ejemplo tenemos amigos como los obispos eméritos Raúl Corriveau y Luis Alfonso Santos, también algunos sacerdotes retirados apoyados por su misma Iglesia viviendo con lo necesario.

*Profesor y periodista

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