Sampedranos en reapertura económica: Mascarilla en la bolsa, hace mucho calor

MA
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23 de septiembre de 2020
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03:30 am
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Sampedranos en reapertura económica: Mascarilla en la bolsa, hace mucho calor

Esta pareja, en los mercados, nunca usó la mascarilla.

San Pedro Sula se ha caracterizado por ser una ciudad muy calurosa, la mayoría de los ciudadanos está acostumbrada a las altas temperaturas que casi todo el tiempo registra la Capital Industrial, sin embargo, con la llegada del coronavirus la nueva modalidad del uso de la mascarilla para evitar contagios no ha sido fácil adaptarse, ya que muchos aseguran que sienten asfixia y prefieren no usarla.

Varios comerciantes y otros que acuden a hacer trámites en lugares donde hay aglomeración, deciden guardar su mascarilla, ya sea en la bolsa del pantalón o en la cartera, algunos se la cuelgan en los brazos o en el cuello como si fuera un collar, sin importarles las consecuencias que podría provocar la falta de protección ante el virus.

Suyapa Flores se dedica a vender frutas desde hace muchos años, y dijo que desde que inició la pandemia no ha usado mascarilla porque le estorba y el calor la sofoca, sin embargo, nunca ha tenido síntomas de la COVID-19.

Según Flores, una mascarilla no le va a salvar la vida a nadie, porque solo Dios sabe cuánto tiempo va a vivir cada quien.

“En la cartera ando la mascarilla porque algunos clientes me han dicho que si no la uso no me compran entonces solo en ese ratito me la pongo”.

En medio de una fila de unas 500 personas que se disponían a realizar trámites de la tarjeta de identidad se encontraban varios jóvenes sin mascarilla, aseguraron que la guardan en la bolsa del pantalón porque el calor los desespera y sienten que se les corta la respiración, al consultarles sobre si no tienen temor a contagiarse dijeron que no, porque considera más fuerte la falta de respiración al taparse la boca y nariz.

Otras jóvenes quienes hacían compras sin las medidas de protección aseguraron que no es necesario, porque no han hecho uso de las mascarillas y no se han enfermado.

“Andar con esa cosa en la boca es incómodo, uno no aguanta, no digamos los niños, yo solo la uso cuando voy a entrar a algún lugar donde la exigen”, comentó Yadira Padilla.

Las jovencitas son vistas en pleno centro.
Para muchos, no hay COVID-19.
En otro de los mercados, es común verlos sin tapaboca.
Otras, hasta exponen a sus bebés.
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