En la capital: Otros lugarcitos emblemáticos

El paso del tiempo y los cambios bruscos como esta pandemia han cambiado todo. Amables lectores dicen revivir -con estas entregas- la nostalgia de aquellos que quizá, fueron tiempos mejores. ¿Una nueva moda recordar?

Estas estructuras han ido transformándose acorde con las circunstancias. Unos, aún permanecen con actores de relevo y otros han dado paso a nuevos negocios.

¡HOLA, hola! Amables lectores aquí y fuera de su terruño. Unas líneas más este sábado para el relax, en medio de tanta noticia fea.

No digamos lo que estamos tratando de sobrevivir en todos los aspectos a raíz de esta cosa nefasta llamada pandemia COVID-19. Pero hay que tener fe en un Ser Superior. Pasará.

Doña Rosita Gutiérrez madre de 3 hijas recuerda a su Tegucigalpa de un ayer. “Sí, me da nostalgia acordarme de hace muchos años que ni mis hijas existían. Cómo añoro que todos nos reuníamos. Todavía el año pasado andábamos confiados y no sabíamos valorar nada. A pesar que siempre hemos estado a coyol partido coyol comido”, expresó.

¿NUEVA MODA?

Consultada si ahora han rebrotado esos sentimientos nostálgicos por todo lo que nos ha pasado este año, dijo: “Claro, todo mundo al escuchar una vieja canción recordamos.

También cuando leemos estos reportajes con sus fotos, nos da, algunas veces tristeza porque muchos de esos lugares los visitamos con un familiar que ya no está.

Y por otro lado -continúa- reviviendo la paz y tranquilidad que se respiraba en esos años. Esto es ya como una nueva moda que hasta con mis hijas adolescentes y una casada pasamos recordando”.

Esta es una de las muchas reacciones que recibimos, por una y otra vía, de nuestros amables lectores que nos hacen el honor de acoger con agrado estos trabajos periodísticos que han causado aceptación. Y con ello el compromiso de seguir sirviéndoles de la mejor manera.

Otros escriben y recuerdan parajes, calles, avenidas, establecimientos de un ayer y cómo está hoy en día. Como cuando en ediciones pasadas recorrimos los negocios que existían en aquella capital en donde -obvio- el paso del tiempo ha cambiado.

Hay más, pero poco a poco les iremos complaciendo. Como estos de hoy. Aunque sus mudas paredes no dicen nada, muchos los “escuchan” en sus tonos de recuerdos…

FRUTERÍA EL RABANO

Su historia. Aquí se vendían en los años 50 frutas y verduras frescas. Casa de esquina que se encuentra en la avenida Máximo Jerez, al comienzo del callejón Casco, final de La Ronda e inicio del barrio El Centro.

El inmueble de adobe construido en la época colonial fue casa de la familia Cocaña. Mineros españoles que llegaron a finales del siglo XV y se establecieron en el Real de Minas.

El inmueble pasa desapercibido por muchos porque no saben su historia. Toma trascendencia porque aquí nació en 1799 Diego Vijil y Cocaña.

Abogado y político hondureño. Jefe Supremo del Estado de Honduras del 30 de junio de 1828 al 4 de diciembre de 1829. Fue también Jefe Supremo de El Salvador del 1 de febrero de 1836 al 23 de mayo de 1837 y del 7 de junio de 1837 al 6 de enero de 1838.

Presidente de la federación de 1838 a 1839. Amigo del General Francisco Morazán. Su madre, doña María Josefa Cocaña y Fábrega era la propietaria de esta casa.

A raíz de su petición, un fiel lector nos amplía al respecto: “Permítame ofrecerle los nombres de los fundadores de la Frutería El Rábano. Se debe al apellido de uno de los dueños, el español Florencio de Rábano (QDDG) quien con su distinguida esposa María de Rábano (QDDG) originaria de Sabanagrande, fundaron y atendieron dicho negocio. (Raúl Zavala).

Otro amable escribe: “A la par de la frutería El Rábano a comienzos de los 70 funcionó la panadería La Florida, que era de unos españoles. En la esquina de en esa misma época había una mueblería llamada Modelo”. (Victor Manuel Larios).

OTROS

En la zona de La Leona está la Alhambra. Enclavado aquí un inmueble que muchos conocen como la Casa Walter. Construida en el antiguo barrio Berlín (después La Leona) a finales del siglo XIX. Lleva ese nombre por el Dr. Gustavo Walter. Era su casa de habitación en la parte superior.

Majestuosos arcos que dan la bienvenida hasta el interior. Aquí tenía su clínica el galeno. Tiene otra connotación histórica que pocos saben. Se le consideró como Casa Presidencial porque el doctor Walter se la cedió al entonces presidente de la República, general Manuel Bonilla para que residiera en ella. Corría el año 1903.

Recuérdese que en el centro del parque La leona está la efigie del general Bonilla.

Vámonos a la otra acera. ¿Qué capitalino o muchos del interior del país no conoce donde Chinda Díaz? Viejas y nuevas generaciones. Lo que tal vez no saben o no han visto en fotos, es lo que había antes en esta zona.

Anterior a que se instalara aquí este emblemático establecimiento de venta del buen pan, funcionaron otros negocios. El nombre se debe al de su visionaria propietaria, quien murió a avanzada edad.

MÁS

Es obvio que con el correr del tiempo estas estructuras han ido transformándose acorde con las circunstancias. Unos aún permanecen, pero con actores de relevo y otros han dado paso a nuevos negocios.

Lo que permanece es que han sido y seguirán siendo puntos de referencia para dar direcciones a propios y extraños. A falta de una nomenclatura moderna en la perenne desordenada ciudad capital.

Y por hoy hasta aquí en este recorrido en el túnel del tiempo. Otras HUELLAS dejadas en el camino de un ya largo trajinar. Hasta el próximo sabadito si Dios quiere.

QUE DIOS NOS CUIDE A TODOS.

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EL PENSAMIENTO DE HOY:
“Si se pone de moda tanta cosa antigua. Sería bueno que volviera la ética, la honestidad, vergüenza, inteligencia y respeto a los demás”.