¿Cómo reinventar un país?

MA
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30 de septiembre de 2020
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12:55 am
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¿Cómo reinventar un país?

oscar lanza rosales
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Ante el duro golpe que el coronavirus le ha dado a la humanidad, en todos los aspectos de la vida -principalmente en nuestra salud y pérdida de fuentes de empleo- las sociedades de los países afectados, lo mismo que algunas organizaciones internacionales, están demandando que cuando terminen los efectos de la pandemia, volvamos a una nueva normalidad, con nuevos estilos de vida, de consumo y nuevos valores humanos, para lo cual hay que planificar la reinvención de nuestras naciones.

Por ejemplo, el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, en el marco de la celebración del aniversario 75 de ese alto organismo, hizo un llamado a todos los estados miembros para que hagan un esfuerzo para reinventar sus economías y sus sociedades, y crear un nuevo contrato social para hacerle frente a la crisis, en este momento crucial de la humanidad. Recordó que quienes construyeron las Naciones Unidas vivieron una pandemia, una depresión global, un genocidio y una guerra mundial, y crearon una respuesta visionaria, una ONU centrada en las personas. Por eso Guterres hace un llamado a la unidad y solidaridad de las naciones, a guiarnos por la ciencia y a estar conectados a la realidad, para asegurarnos que el mundo en desarrollo -principalmente- no caiga en una ruina financiera, pobreza creciente y crisis de deuda. Finalizando que necesitamos un compromiso colectivo para evitar una espiral descendente.

Y el prestigiado diario El País de España ha publicado el pasado fin de semana, un reportaje especial de “¿cómo reinventar un país?”, con el encabezado “España frente a los retos de la pandemia”, y poniendo de manifiesto que ha llegado el momento de replantear estrategias y reinventar un país. Para lo cual realizó entrevistas a personajes de la vida política, económica y social, e hizo acopio de ensayos, donde se abordan iniciativas y retos para reconstruir una nación golpeada por el COVID-19, recordando que es la hora del cambio y de pasar a la acción.

Los factores que El País ha considerado esenciales para una reinvención de España son los siguientes: institucionalidad, eliminar la desconfianza mutua entre gobernados y gobernantes; la sociedad digital, para modernizar España; la sanidad, para transformar la salud a un modelo más preventivo; la universidad, para decirle adiós al siglo pasado, con el salto a las aulas virtuales y digitalizadas para enseñar de otra manera; el urbanismo, para apostar por una ciudad que sea para sus habitantes, con áreas verdes, bicis y vida de barrio; en energía, para impulsar una economía verde con energía renovable (sol y viento); innovación, fortaleciéndola con talento, investigación y universidad, para asegurar un futuro sólido; y en turismo, reorientar su actual modelo. Y menciona otros factores, para insuflar vida a los museos, la moda, la música y la gastronomía.

En la parte institucional, España descubrió en esta pandemia, según este reportaje: un Estado descoordinado, burocrático, rígido, lento en la gestión de datos y gobernanza interadministrativa, escuálido y precipitado en el diseño estratégico. Los ciudadanos desconfían de las autoridades y las autoridades desconfían de los ciudadanos. Los legisladores, que en otras democracias deciden los presupuestos y las grandes políticas, carecen de recursos y son meros palmeros (mandaderos) de sus gobiernos; las administraciones públicas no tienen capacidad para generar propuestas, sino que son brazos ejecutores a voluntad de ministros, altos funcionarios o políticos. Y el poder de las autónomas está muy centralizado.

Concluyen que, debido a la asfixiante concentración de poder político en unas pocas manos, es necesario reformar el proceso de toma de decisiones públicas, lo mismo que las instituciones para repartir el poder de forma más equitativa entre Legislativo y Ejecutivo y, sobre todo, entre estos y las miles de unidades administrativas, educativas, sanitarias y demás organismos públicos que ahora carecen de autonomía y flexibilidad para actuar.

Insinúan que después de esta tormenta, les gustaría tener un sector público ágil, adaptable, proactivo, abierto a la participación ciudadana y colaborador con las empresas; y, sobre todo, transparente. Son partidarios de analizar la exitosa experiencia coreana, donde el gobierno es franco y actúa con la máxima transparencia, para hacer crecer la confianza en las instituciones.

Invitamos a nuestra sociedad civil, a los medios y a los políticos a hacernos -como lo ha hecho El País- una autocrítica de nuestra gestión en la pandemia, y a plantear alternativas de solución de cómo transformar nuestra sociedad en la nueva normalidad, comenzando con el cambio de mentalidad del hondureño, a ser una persona íntegra, en el amplio sentido de la palabra.

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