Indiferencia hecha a perder proyecto calles compartidas
Los obstáculos en la calle son el anuncio de un proyecto fallido y la falta de interés de las autoridades en la cultura y turismo.
El proyecto Calles Compartidas en Danlí, El Paraíso, una iniciativa de la sociedad civil que fue socializado y financiado por el gobierno de Chile en junio del 2018, a la fecha luce en abandono y es nada más un obstáculo para la circulación vehicular.
Las calles compartidas promueven la movilidad sustentable y participación ciudadana, busca experimentar un cambio de hábito en el uso de la calle para combatir el cambio climático.
Esta iniciativa promueve el uso de sistemas de transporte sustentable y encuentros cara-a-cara entre las personas.
El proyecto invita a compartir el espacio entre peatones, bicicletas, transporte público y autos, situando a los vehículos a la par de los demás medios de transporte.
Sin embargo, en Danlí la falta de iniciativas, inversión e interés en el turismo y cultura, son palpables en el abandono de lo que parecía ser un gran proyecto de promoción de Danlí y su patrimonio histórico.
El expresidente de la Cámara de Turismo en Danlí Miguel Berríos, explicó que “las calles compartidas son una de las mejores opciones de promoción del turismo en la zona, más cuando podrían estar ubicadas en el casco histórico de Danlí, donde se encuentra la catedral Inmaculada Concepción y el Museo Municipal”.
“Hace dos años -agregó- fue solo una socialización del proyecto, pero al no tener un plan real y los fondos para inversión, pues no se deben mantener cerradas las calles, la iniciativa en el área del proyecto es tener un pequeño escenario”.
Del mismo modo “puntos de venta, por ejemplo, de cafés y artesanos danlidenses, además de una pequeña oficina con guías turísticos y no lo que han hecho hasta ahora, donde penosamente mantienen como bodega el museo municipal y hasta de baño público es usado”, deploró.
Más de dos años de desuso de la iniciativa y sin un plan de desarrollo o inversión para los próximos dos años, hoy los danlidenses piden abrir los espacios y dejar la circulación normal, hasta que no exista una iniciativa y presupuesto real, o por lo menos autoridades que crean y estén interesadas en la promoción de la cultura, la herencia histórica y el turismo en la zona oriental.
