No dejando de congregarse

OM
/
7 de octubre de 2020
/
01:54 pm
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
No dejando de congregarse

Por: Eric Kuhns

Es interesante entrar en un centro de rehabilitación, y ver que allí uno puede encontrar personas recuperándose de accidentes o de enfermedades terminales algunas son jóvenes y fuertes que perdieron el uso de su movimiento debido a una recuperación prolongada. Es un proceso que duele, que provoca depresión y que requiere determinación, pero poco a poco va recuperando sus fuerzas y su movimiento.

La pandemia cayó encima de todo el mundo como un muro de bloques; Escuelas, tiendas y fábricas paralizadas y también las iglesias cerraron. Las cuales se vieron obligadas a reunirse virtualmente reemplazadas así por plataformas masivas   Facebook, YouTube o WhatsApp. Los cristianos no pudieron congregarse, estrechar la mano o compartir como antes, muchos creyentes se acostumbraron a los cultos virtuales, quizás viendo los cultos mientras estaban todavía en sus pijamas, porque no era necesario levantarse temprano para alistarse, e ir temprano al templo para orar. Mi preocupación como pastor es que nos hemos acostumbrado a lo fácil como víctimas de un accidente que han perdido su movimiento, ahora la iglesia tiene que recuperar su movimiento espiritual y no va a ser nada fácil.

Gracias a Dios estamos viendo la reapertura de la economía y las iglesias. Esto significa que debemos congregarnos de nuevo, recibiendo predicas o cultos virtuales no es lo mismo que estar presente en un culto. Claro, ayuda bastante cuando no es posible estar presente, pero no es suficiente para tomar el lugar de la asistencia física de los creyentes; Miremos por un momento Hebreos 10:24-25, 24. Y considerémonos los unos a los otros para provocarnos al amor y a las buenas obras; 25 No dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, más exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. En estos versículos Dios nos explica porque no debemos ser cristianos virtuales sino cristianos congregantes. Primero porque así podemos provocar uno al otro al amor y las buenas obras, Es más fácil ayudar a los pobres, visitar a los enfermos y orar con fervor cuando lo hace con otros. Hay presión positiva estando en un grupo que está motivado en hacer el bien. La segunda razón es por la exhortación. La cual no es tan directa y personal a través de un video. Fácilmente el oyente puede apagarlo o estar distraído durante el tiempo de la predica y no recibe la exhortación. Sentado en un culto donde todos están viendo y escuchando lo hace más difícil para que alguien ignore el mensaje. La tercera razón porque debemos congregarnos es por el esfuerzo que requiere; levantándose temprano los domingos y buscando la manera de llegar a la iglesia demuestra intención y prioridad. Es una manera de identificarse con los buscadores de Dios. Nadie puede ver su hambre y sed de Dios mientras que usted sigue en su pijama viendo un culto en Facebook (si de verdad lo hace). Pero caminando a la iglesia, bien vestido, con su Biblia en mano es un testimonio silencioso pero poderoso. Un testimonio que el mundo necesita ver.

Es tiempo para rehabilitar la iglesia, volvamos a congregarnos, estamos de vuelta al campo de guerra. Quitemos las telarañas, echemos aceite en lo oxidado, y sacudamos el polvo. Tenemos que recuperar nuestras fuerzas y pasión para Cristo porque el día de su venida se acerca. Si una persona puede aprender a caminar después de un accidente, la iglesia puede aprender a congregarse después de una pandemia.

** Eric Kuhns es director de las obras a nivel de América Latina con la misión Hope International Missions. Él pastorea la Iglesia Evangélica de Santidad Inc. en la Colonia Tiloarque y Residencial Las Uvas en Tegucigalpa. Se le puede contactar con [email protected]

 

Más de De Todo Un Poco
Lo Más Visto