Nery Alexis Gaitán
Estamos viviendo una crisis casi sin precedentes en nuestra historia. Los daños que nos está ocasionando la pandemia son muchos. Desafortunadamente, la pérdida de vidas humanas continúa y la pandemia parece no ceder; al contrario, los contagios se incrementan día a día.
La economía se encuentra en precario. Sobre todo, los comerciantes informales han sido los más afectados al no poder salir a vender sus productos. Asimismo, se han cerrado empresas y el índice de desempleo ha aumentado, ocasionando más pobreza.
Los banqueros se han mostrado indolentes ante la situación, y aunque el gobierno ha legislado para que no se perjudique más a los usuarios de todo tipo de crédito, no han querido ayudarlos. Es así que siguen cobrando intereses y exigiendo el pago mensual de los préstamos. En una actitud de miseria humana, no desean renunciar a sus jugosas ganancias.
A la situación precaria que estamos viviendo se agrega la irresponsabilidad de algunos hondureños al no acatar las medidas de bioseguridad establecidas. Así hemos visto que se pasean por las calles sin mascarilla, sin guardar el distanciamiento social y es obvio que tampoco las medidas de higiene en contra del virus. Se hace urgente que la población tome conciencia y sea más responsable consigo misma.
Aun así, hay que recalcar que el pueblo hondureño es noble y valiente. Y que Dios primero, saldrá delante de esta dura prueba que está viviendo. Si hay algo que no se puede perder es la esperanza, la certidumbre de que saldrá adelante, aun en las peores adversidades.
Pero esa esperanza debe descansar en el hecho de aprender a hacer lo correcto ahora y siempre. De momento, ahora que se está abriendo la economía, debe guardar rigurosamente las medidas de bioseguridad. Eso evitará más contagios y nuevas oleadas de la pandemia.
El pueblo, en general, debe realizar un trabajo de calidad en el área a la que se dedica o ha sido asignado. El trabajo correcto es la base del desarrollo de la familia y de la sociedad. En estos momentos no podemos darnos el lujo de que se cree caos social. Los de la oposición izquierdista, los que crean la violencia política, deben entender que el país pasa por una situación crítica y que el pueblo está sufriendo. Ojalá vayan a sus elecciones internas pensando en el bienestar común.
Por su parte el gobierno debe seguir desplegando los programas de asistencia social que tanto alivio han llevado a los pobres. Entre ellos se cuentan los de agricultura; los programas de desarrollo en el Canal Seco son impresionantes. Asimismo, debe continuar brindando la asistencia a todo el personal que está en primera fila combatiendo el virus. Es una actitud muy loable que ha contratado alrededor de seis mil nuevos empleados en el ámbito de la salud.
Otra noticia positiva es que ya van a entrar en funcionamiento los dos hospitales móviles que, según hemos constatado, contiene equipo médico de última generación. Así que la atención será de buena calidad. Lo mismo se puede decir de la cooperación de la Policía y los militares, que su labor ha sido muy buena en esta crisis sanitaria.
Creemos que el gobierno debe mejorar en su aspecto comunicacional. Y debe tener al pueblo al tanto de los diversos programas que ejecuta. Así como de la nueva propuesta económica, que vía el Congreso Nacional, implementará para sacar adelante la economía del país, que en términos positivos se espera que se recupere hasta un 5 por ciento.
Con una mejor cercanía en comunicación se evitarán especulaciones, o campañas que en nada aportan al bienestar común, orquestadas desde la izquierda radical en contra del gobierno.
Los hondureños merecemos vivir en paz. Debemos salvaguardar nuestro sistema democrático y las instituciones que lo avalan.
