Efervescencia política

MA
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13 de octubre de 2020
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12:48 am
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Efervescencia política

Adiós 2020

Armando Cerrato
Licenciado en Periodismo

El ambiente hondureño parece Alka- seltzer, una Tapcin o una Sal-Andrews en un vaso con agua, tan efervescente como el ambiente actual en que se desenvuelve la liga de los políticos nacionales que aspiran a un cargo de elección popular en marzo y noviembre del 2021, cuando se lleven a efecto elecciones internas de 3 partidos mayoritarios y generales de 14 inscritos en la liza nacional.

Como es natural y era de esperarse, a los políticos en su efervescencia, donde se arremolinan todo tipo de ambiciones solo les importa el cumplimiento de sus intereses personales y no la búsqueda del bien común, que pasa en estos precisos momentos por un combate eficiente y eficaz con calidad y calidez de una pandemia mundial, que gracias a Dios nos ha tratado, hasta cierto punto, con guante de seda, si comparamos sus efectos letales y de alta contaminación popular con el resto del mundo.

Los políticos de oposición verdadera, simulada y de conveniencia, le achacan toda la culpa de los efectos negativos del combate contra un virus invisible, brutal y letal (covid-19) a la negligencia del gobierno de turno, que en su defensa alega todos los días en cadena de radio y televisión, que ningún gobierno ni sistema de salud, aun de primer mundo, estaba preparado para una pandemia de la magnitud de la actual.

Sin embargo, la excusa gubernamental no es suficientemente aceptable ante la improvisación y el derroche financiero de millones de lempiras delpifarrados inconscientemente por funcionarios improvisados y sin conocimiento científico para este tipo de situaciones calamitosas.

Así las cosas y en afán de zafarse de responsabilidades directas, el Presidente hondureño, Juan Orlando Hernández Alvarado, fiel a su hoja de ruta, nombra comisiones interventoras y crea organismos en una delegación constante de responsabilidades, de manera que si hay un planchón en cualquier actividad encargada, la responsabilidad del mal actuar recaiga sobre delegados y comisionados mientras él cabalga en caballo blanco; pero haciéndolo erráticamente porque todo mundo, a pesar de su analfabetismo político entiende y señala al verdadero responsable de los desastres.

Tal es el caso de los hospitales móviles adquiridos a través de un intermediario considerado un estafador internacional, al que se le pagó por adelantado 48 millones de dólares por 7 hospitales móviles, cuyo valor real era de 24 millones de dólares si la transacción se hubiese hecho por vías oficiales o bien de gobierno a gobierno con Turquía, o de gobierno con los verdaderos constructores de esta estructura.

Aun el gobierno de Honduras no anuncia acciones legales internacionales para la recuperación del exceso cobrado por intermediarios, que aparentemente lo que están proveyendo es chatarra, posiblemente usada y solo desmontada para exportarla a Honduras y así cubrirle el ojo al macho.

Para cerciorarse de las 5 unidades restantes, pues ya hay 2 en el país, se envió una comisión hasta Ankara y Estambul, y dos más ya se encuentran en territorio nacional, esperándose que 57 observaciones de irregularidades señaladas por la comisión enviada a Turquía hayan sido reparadas y que la promesa de los proveedores de reponer con equipo nuevo todo lo que se les devuelva de los 2 hospitales, el de San Pedro Sula y el de Tegucigalpa, se cumpla a cabalidad.

En medio de la pandemia ninguno de los políticos, incluyendo el Presidente de la República se refiere a estas dolosas actividades y ni siquiera a la imperiosa necesidad de dotar de equipo de bioseguridad y el pago de sus salarios en tiempo y forma a los pomposamente llamados héroes y heroínas por estar en primera línea cuando combaten al COVID-19, como los médicos y enfermeras, microbiólogos, bomberos, policías, soldados y algunos voluntarios, que de casa en casa van en busca de contagiados para brindarles un paliativo como MAIZ y algo más avanzado como el CATRACHO, y los que laboran en los triajes, que han sido fundamentales para evitar el colapso que se dio inicialmente en los centros hospitalarios que hoy tienen cupo para más pacientes y también personal impagado.

A los políticos nacionales solo les interesa saber dónde está el dinero destinado al combate de la pandemia porque los que van a elecciones internas recibirán asistencia financiera y en las generales se les pagará muy inconscientemente, más de 50 lempiras por voto, en un momento inconsciente e inhumano para una economía quebrada como la nuestra y altamente endeuda por generaciones, aun cuando la pandemia sea vencida, o porque se encuentre una cura o una vacuna que la prevenga.

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