¡Apellidos aristocráticos de abolengo!

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18 de octubre de 2020
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12:04 am
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¡Apellidos  aristocráticos de abolengo!

Por: Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez
E-mail: [email protected]

PROSAPIA: ascendencia de una persona; particularmente, la ilustre o aristocrática de abolengo, alcurnia de linaje: “Glosario de la Iberia”.

Yo me apego a la lógica como filosofía que estudia el conocimiento de la verdad y del error. No presumo de falsos orgullos y de vanas ilusiones, solo porque tengo un apellido de origen de mucha estirpe como es MILLA, pero sí me apego a la historia que certifica de mis ancestros, que fueron de ascendencia aristocráticos y abolengo, así registra la historia.

Sabemos que el apellido MILLA posee información de heráldico, de su historia y de su genealogía con mucha nobleza. El apellido MILLA tiene escudo heráldico o blasón español, certificado por cronista y decano Rey de Armas, don Vicente de Cadenas y Vicent. Los destacados del apellido MILLA son certificados con documentos que dan fe del origen de su aristocracia, según consta en los archivos de la Cancillería de Valladolid, los MILLA hicieron probanza de su hidalguía en esta institución.

Bibliográficamente que recoge el origen y significado de la historia del apellido MILLA. Se sabe que tienen o tuvieron su origen en Francia y luego otros lugares en España: en las Islas Canarias y Cataluña.

Esta es la historia “verdadera y certificada”.

Con humildad lo digo, no vengo del ¡vulgo, ni de pasiones ocultas!

Ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.

El árbol genealógico del origen de los apellidos MILLA y BERMÚDEZ, está compuesto de muchas ramas de un cordón histórico más allá de la distancia y el tiempo. Los primeros que llegaron a Honduras fue al municipio de Erandique, departamento de Lempira, que eran mis bisabuelos y abuelos que procedían de Francia y España, judíos sefarditas. Desde allí se desprende la primera rama del árbol genealógico: el Milla Reyes, Batres Milla, Milla Cisneros, Milla Estrada, Milla Bermúdez, Milla Cáceres, Morales Milla, Cruz Milla, Pineda Milla, Milla Sabillón, Alemán Bermúdez, Milla Ruiz, Milla Hernández, Bermúdez Milla, Milla Barnica, Barnica Milla, Milla Sabillón, doña Irene Milla de Hernández, Antonio Bermúdez, padre de doña Alejandrina Bermúdez Milla, doña Alejandrina Milla de Bermúdez, madre de doña Alejandrina de Villeda Morales, Villeda Bermúdez, Milla Chándal, Chándal Milla, Milla Trejo, Milla Suazo, Milla Orozco, Milla Villalta, Milla Muñoz, Francisco Milla Bermúdez y Juan Milla Bermúdez, Milla Colindres y por supuesto el más grande y más vivo que todos, porque estoy vivo Gustavo Adolfo Milla Bermúdez, soy de la última rama del árbol genealógico. Así es la gran historia de todos mis antepasados involucrados en la humanidad para el desarrollo de la colectividad social universal.

Un breve relato histórico de mi padre, don Rubén Milla Reyes y el general Tiburcio Carías Andino y doña Elena Castillo de Carías. Corrían los años 1949, mi padre me consiguió una beca para estudiar magisterio en la escuela “Pedro Nufio”, Normal de Varones, cerca de la casa del general Carías, frente al Ministerio de Salud Pública. Mi padre era allegado al general Carías porque luchaban juntos y eran correligionarios, verdaderos amigos; en aquellas luchas revolucionarias, y don Juan Hernández, padre del actual Presidente de República. Mi papá y don Juan Hernández trabajaron juntos, haciendo la carretera de Gracias, a “pico y pala”, con otros ciudadanos gracianos. Yo recuerdo muy bien al general Carías y a doña Elena, porque ellos me quisieron mucho y además yo cenaba en la casa del General casi todos los días y los domingos salíamos de paseo a Zambrano, lugar donde el General tenía propiedades. Yo conocí bien al doctor Juan Manuel Gálvez, a don Julio Lozano Díaz y a doña Laura Vinil de Lozano; como también hay que recordar a doña Mariana Milla de Medina, exprimera dama; al doctor Tiburcio Carías Castillo, hijo del general Carías, que fue ministro de Relaciones Exteriores y cuando él llegaba a Nueva York, a la Asamblea de Naciones Unidas, siempre lo saludaba, y Gonzalo Carías, cónsul en Nueva York. Mi padre quedó ciego, peleando estalló una granada al lado de general Carías. El general Carías fue padrino de boda del doctor Villeda Morales y doña Alejandrina Bermúdez, y don Antonio Bermúdez, padre de doña Alejandrina, fue presidente del Congreso Nacional.

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