Por: Carlos Medrano
Periodista
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Los efectos de la pandemia covid-19 en materia de salud y educación serán verdaderamente alarmantes, lo que implicará una inversión pública y privada que mitigue los efectos negativos sobre dos sectores estratégicos para el desarrollo del país.
Estadísticas de la década pasada, presentada por la Dirección de Educación Superior apuntan que los indicadores de matrícula reflejan un 14.5% de cobertura en la población de entre 18 y 24 años, lo que significa que, de cada 100 hondureños, solo 14 acceden a la universidad.
Otro documento llamado “Estado de la Educación en Honduras”, evidencia que Honduras ocupa en Centroamérica el penúltimo lugar en cobertura en educación superior. El primer lugar corresponde a Costa Rica, seguido de Panamá, El Salvador, Nicaragua, luego Honduras y por último Guatemala.
Honduras es el segundo país de Centroamérica con menor cantidad de universidades, superada solo por Guatemala.
La experiencia demuestra que la educación superior y la investigación contribuyen a erradicar la pobreza, a fomentar el desarrollo sostenible y a adelantar en la consecución de los objetivos de desarrollo acordados en el plano internacional.
Frente a este sombrío panorama, no podemos más que congratularnos por la inversión y apuesta que está haciendo la Fundación Nasser para el Desarrollo Educativo de Centroamérica (Fundación Nasser), al firmar un acuerdo para adquirir la participación de Laureate International Universities y convertirse en miembro de la Fundación para la Educación y Fomento de la Iniciativa Empresarial (Fundaempresa), institución administradora de UNITEC y CEUTEC.
Durante los últimos 22 años, Fundación Nasser se ha concentrado en las áreas de educación, desarrollo social y emprendimiento, permitiendo un mayor acceso a la educación superior a través de sus programas y participación con las principales fundaciones en el país, tales como Hondufuturo y la Universidad de diseño CEDAC.
Laureate, Universidad de fama mundial, llevó a cabo un proceso de evaluación riguroso en el que se seleccionó a Fundación Nasser, por ser una organización que comparte sus valores y propósitos, de manera que se mantenga firme el compromiso con la calidad de la educación superior y los servicios educativos que esta presta.
Sin lugar a duda, la inversión que un grupo económico hace a favor de la educación superior debemos celebrarla, no digamos en el marco de esta crisis económica y sanitaria.
El arquitecto Fredy Nasser, presidente de Fundación Nasser, aseguró que “como familia estamos muy orgullosos por este acuerdo, ya que nos mueve la pasión por la educación como instrumento de superación social, crecimiento económico y desarrollo de nuestro país”.
Fundación Nasser para el Desarrollo Educativo de Centroamérica, adquirente en esta transacción, cuenta con la experiencia de Fundación Nasser en Honduras, una organización sin fines de lucro, cuyo compromiso con la comunidad es fruto de la visión de la familia Nasser, de dejar un legado en su país, concentrándose en las áreas de educación, desarrollo social y emprendimiento.
Ojalá otros grupos empresariales del país imiten este ejemplo, que es invertir en educación para nuestros jóvenes, que cada día ven más difícil adquirir un empleo por no tener las herramientas académicas que les permita accesar a un trabajo digno.
Aplaudimos esta iniciativa, ya que invertir en la educación es apostarle a Honduras en su futuro y en las generaciones sociales que requieren una oportunidad.
