DÍAS VIOLENTOS Y REAPERTURA

ZV
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25 de octubre de 2020
/
12:02 am
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DÍAS VIOLENTOS Y REAPERTURA

DENTRO de un maremágnum de dificultades, a la par de la necesaria conjugación de posibilidades encaminadas a reactivar la economía nacional, ha venido a coincidir un incremento de la violencia homicida. Como es sabido por todos nosotros, y según informes anexos penúltimos del “Observatorio de la Violencia de la UNAH”, durante el mes de octubre se han registrado entre doce y catorce asesinatos diarios, en diferentes puntos de la República. Sobre todo en el Distrito Central, y en los departamentos de Cortés y Atlántida, con algunas incidencias en Olancho, principalmente en Catacamas.

Por el simple deseo de estar bien informados, hemos observado en algunos videos los asaltos y asesinatos casi en tiempo real. Como algunas personas han filmado esos acontecimientos, hemos visto cuando dos o tres motociclistas acribillaron a alguien en una avenida principal de la ciudad-puerto de Cortés. El sicario principal pretendió escapar de inmediato, pero a la motocicleta no le encendía el motor. De tal modo que el malhechor comenzó a avanzar lentamente empujando su aparato, sin que llegara ninguna autoridad a inspeccionar lo sucedido, mientras el cadáver yacía en el suelo.

Simultáneamente a lo anterior, hemos observado un video de un individuo en el Bulevar Centroamérica, con revólver en mano asaltando al conductor de un vehículo particular, a fin de despojarlo de su teléfono móvil y algo más. Apenas uno de los peatones quiso reaccionar. Suponemos que el peatón andaba armado. Pero el asaltante, sin mascarilla, se “dio a la guinda”, y ahí terminó la historia. También observamos en otro video un asalto frustrado en un pequeño establecimiento comercial, en donde los asaltantes terminaron baleados. En realidad estos asaltos y homicidios son continuos, principalmente en el sector transporte. Por consiguiente habría que comparar las cifras antes de la pandemia y ahora mismo en medio de la peste, con el objeto de balancear si el fenómeno coincide o no coincide con la crisis actual.

Es probable que los pandilleros y mareros organizados, y ciertos delincuentes comunes, hayan aprovechado la soledad de algunas calles y avenidas, ausentes de toda presencia policial, tal vez porque los “números” policiales son escasos; o por el temor de las autoridades a contagiarse en posibles aglomeraciones. Otra variable es que por causas del desempleo creciente y del hambre concreta, personas que han sido honradas en un pasado reciente, hayan determinado incurrir en actos delictivos. No es nada descartable esta nueva hipótesis, en donde la desesperación humana puede conducir a crear circunstancias altamente negativas.

La reapertura económica, vital dicho sea de paso, presenta cuando menos tres caras: En primer lugar la presencia en las calles, establecimientos y oficinas de los empleados y trabajadores normales sumergidos en la tarea de reactivación económica, financiera y comercial, lo cual significa una presencia más o menos masiva de personas que necesitan vender, comprar, viajar, realizar trámites legales y transacciones, y de paso curiosear, en tanto que inclusive en los momentos más difíciles salen los curiosos a las calles “a buscar lo que no han perdido”, según una vieja expresión popular.

Una segunda cara tricéfala, de este triángulo casi frontal, es que existe la probabilidad de los desbordamientos demográficos, sobre todo en los mercados de las ciudades principales, en donde los vendedores ambulantes pujan por ocupar puestos, viejos y nuevos, en las aceras que ya están ocupadas. Por regla general estos vendedores ambulantes, que sobreviven el día a día, caminan sin ninguna protección en sus rostros. Y muchos de ellos podrían ser tal vez portadores asintomáticos del virus. La tercera faceta es que las circunstancias de reapertura económica hacen creer a varios segmentos poblacionales que el virus ha desaparecido. Contamos con ejemplos concretos en la Bahía de Omoa y en las playas de Puerto Cortés, en donde las gentes llegan a bañarse y a emborracharse como si estuvieran en “Semana Santa”.

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