Por: Segisfredo Infante
En el curso de varios años he venido proponiendo la necesidad de crear consejos de ancianos autónomos para que asesoren a las personas de los tres poderes del Estado y al resto de los gremios sociales y grupos económicos, sin importar para nada de qué partido político o facción coyuntural provengan tales consejeros, a fin de que iluminen sobre temas cruciales de nuestra sociedad, con posibilidad que algunas sugerencias sean jurídicamente vinculantes. En una de las propuestas sugería que fueran siete personas heterogéneas. Podrían ser nueve. Es decir, configurando un número impar. Integrado, tal consejo de ancianos, con personas maduras emocional e intelectualmente. Un ejemplo que siempre he colocado para esta clase de sugerencias, son personalidades como las de Jorge Bueso Arias, Emilio Larach, Francisco Cardona (QEPD) y “Juan Pueblo”, para sólo mencionar cuatro sustantivos. Un consejo de ancianos de tal naturaleza debería integrarse con individuos excelentes que provinieren de diversos puntos de la geografía nacional.
La idea y práctica de los “senados” (o “senatus”) en la Antigua República de Roma, se relacionaba históricamente con el saber de los consejos de ancianos de las viejas comunidades y civilizaciones primigenias del “Cercano Oriente”. Tales consejos se articulaban con adultos mayores y con personas jóvenes, pero maduras espiritualmente, ajenas a todo deseo de confrontación, por el mero deseo de confrontar. Los artículos aludidos están publicados, y se pueden prorratear, para que nunca se diga que estamos “inventando”. Un solo ejemplo de ello es el artículo “Consejo Estatal de Ancianos”, publicado en LA TRIBUNA del 27 de junio del año 2019, que humildemente habría que releer y actualizar.
Sergio Membreño Cedillo, un viejo amigo de andanzas intelectuales y editoriales, pactó conmigo una reunión el año pasado, en una “cafebrería” de Tegucigalpa, en virtud que ambos veníamos trabajando, desde hacía varios años, en el concepto de “Esperanza”, con pequeñas variaciones individuales, según las formaciones, lenguajes y cosmovisiones previas de cada uno de nosotros. Además de conversar sobre distintos tópicos, Sergio me invitó a una reunión del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo), con el objeto de escuchar un informe sintético de la situación mundial elaborado por este organismo internacional, y a la vez analizar la situación económica y social de Honduras con un grupo de analistas e intelectuales catrachos. No recuerdo si acaso fue en aquel momento, o poco después, que Sergio me insinuó la posibilidad de estructurar un “Consejo Nacional Consultivo” (CNC), al cual estaba invitado de antemano. Para coincidir con mi propuesta sobre los consejos de ancianos, incluyendo jóvenes, acepté de inmediato, sin preguntar siquiera, quiénes eran las otras personas, además de don Richard Barathe, representante residente del PNUD en Honduras.
Quizás para entusiasmarme Sergio Membreño me informó unas tres veces, antes de la pandemia, que el Consejo Nacional Consultivo se organizaba en el contexto del “Bicentenario de la Independencia” de América Central, con el fin ulterior de canalizar propuestas encaminadas a la elaboración del noveno “Informe de Desarrollo Humano”, en ligamen directo con la situación de Honduras, que involucre una visión multidisciplinaria de nuestro panorama nacional, en el curso de los años 1998-2021. Más que por el tema del “Bicentenario”, acepté porque siempre he aceptado las invitaciones de Sergio, en el discurrir de más de dos décadas, con la posibilidad de aportar un par de frases, o un par de ideas, dentro de una estructura que hoy agrupa a más de veinte personalidades, con sus organizaciones concomitantes.
La instalación del Consejo Nacional Consultivo, se realizó por vía digital el martes 20 de octubre del año en curso. La expositora principal fue la expresidenta de Costa Rica, doña Laura Chinchilla Miranda, con una presentación más o menos global de los logros y falencias del “Estado de derecho”, y de las democracias en los países de América Latina, con sus puntos fuertes y sus puntos débiles. “Doña Laura” inclusive hizo alusión a una “primavera democrática” que se experimentó en los decenios anteriores en nuestros países “latinos”, hoy por hoy con una clara tendencia al deterioro. Luego añadió las probabilidades reales de atraer inversiones extranjeras a los países de América Central.
El grupo de integrantes del Consejo Nacional Consultivo somos los siguientes: Richard Barathe, Sergio Membreño Cedillo, Ivonne Salgado, German Cálix, María Elena Méndez, Marlon Brevé Reyes, Marlon Tábora, José Luis Rivera, Gina Kawas, David Natarén, Luis Cosenza Jiménez, Thelma Mejía, Manuel Sierra, Gloria Manzotti, Segisfredo Infante, Eva Sánchez, Luis Larach, Stephanie Sánchez, Julieta Castellanos, Mauricio Díaz Burdett, Gabriela Castellanos, Alexandra Barahona Posada, Yessenia Martínez, Julio Guity Guevara, Cecilia Hernández y Pablo Sabillón. Este Consejo Nacional Consultivo será reforzado con el trabajo de algunos comités subregionales.
