Roger Valladares: “Hay que abrir de verdad las puertas a la inversión extranjera”

Honduras podrá salir de la crisis en que se encuentra a causa de la pandemia, si el gobierno obra con austeridad, se trabaja en la capacitación de aquellos que han sido despedidos o suspendidos, se convoca a los cargos públicos a las mejores personas (de preferencia empresarios que no lleguen a enriquecerse), pero también eliminando las trabas a los inversionistas extranjeros que quieran venir al país, enfatizó el empresario Roger Valladares.

Pidió “abrir de verdad” las puertas de Honduras a quienes quieran traer su capital, lo que implica eliminar obstáculos en las secretarías de Estado y municipalidades. En ese sentido, lamentó que la simplificación administrativa, pese a los esfuerzos del Ejecutivo, funcione “a medias” porque en muchas oficinas le hacen saber “indirectamente” al inversionista que para que las cosas “caminen” debe haber “un cariñito, y eso ya no debería de existir”.

“Viene un extranjero a invertir y se encuentra con los mismos problemas de hace diez años, los mismos tropiezos, los mismos atrasos, entonces mucha gente ya ni siquiera viene”, aseguró.

Señaló que es necesario “innovar” y tomar riesgos, adoptar decisiones difíciles “y no estar haciendo lo mismo, pensando que las situaciones son iguales. No, la situación es difícil. Hay que tomar riesgos para sacar algún beneficio”.

Una forma de innovar es mediante la capacitación constante, no quedarse con lo que ya tenemos o sabemos, indicó, y por ello pidió al gobierno elaborar un plan para involucrar a muchos de los que han sido despedidos o suspendidos, para que desarrollen habilidades técnicas u oficios.

“Ese montón de gente que ha quedado sin trabajo ahora y que bien puede tener una oportunidad de desarrollar sus ideas. Hay que elaborar un plan para que a partir de enero se pueda implementar y que al terminar este gobierno la gente quede ocupada, trabajando, con un pequeño negocio, con un proyecto”, expresó.

Dijo que la capacitación con miras a ejecutar proyectos que mejoren la economía de las familias sería el complemento ideal de programas como el Bono 10,000, porque así como funciona actualmente la gente lo gasta “en tonteras”, en lugar de invertirlo en un negocio.

“Nuestra universidad (UTH) puede ayudar a preparar a la gente, ya lo estamos haciendo. Tenemos un programa financiado por la Embajada de Estados Unidos donde preparamos mujeres empresarias en Tegucigalpa, San Pedro Sula, El Progreso, La Ceiba y pronto en Santa Rosa de Copán. Las capacitamos en diferentes temas y al arrancar con un negocio saben de todo un poco y pueden tener éxito. Creo que el gobierno podría hacer algo parecido”, apuntó.

Además, enfatizó en la necesidad de dejar a un lado el “clientelismo político” porque en el gobierno solo se ven “las mismas caras” que se mueven de un cargo a otro, cuando hay profesionales “ansiosos de poder colaborar con sus conocimientos, su trabajo y su sacrificio, pero que no son tomados en cuenta porque no son del mismo partido”.

Insistió en que el gabinete debe integrarse por personas experimentadas, honradas, que no lleguen a hacerse ricos de la noche a la mañana, de preferencia empresarios de éxito, indistintamente del partido político al que pertenezcan, y que puedan asesorar sobre cómo mejorar la economía y crear fuentes de trabajo.

Finalmente, demandó que haya mayor austeridad, tanto del gobierno como de los empresarios y de los mismos ciudadanos. Estimó que en los 7 años de gobierno del Presidente Juan Orlando Hernández, se han percibido más de 40,000 millones de lempiras en impuestos que los que se percibían antes y aunque reconoce que sí “se ha visto algo” producto de esas inversiones, considera que se pudo haber hecho de un modo más eficiente.

FRASES
“Yo he apoyado económicamente al Presidente Hernández y nunca he ido a pedirle un favor. Nunca he tenido negocios con el Estado y le digo a mis hijos: no se metan a hacer negocios con el Estado”.

“Cuando doy charlas les digo a las personas: está bien que trabajen, prepárense, tomen experiencia, pero no se queden con eso, empiecen a emprender”.

“Muchos que ocupan cargos públicos no son gente preparada porque (quienes los nombran) buscan al político, al seguidor, al correligionario y lo ponen en los puestos. Pero hay gente capaz y honrada a la que no toman en cuenta. Pareciera que los impuestos que pagamos los empresarios sirven para el clientelismo político del gobierno de turno, no de este, sino de todos los gobiernos”.